1.000 vecinos reclaman dinero para remodelar sus barrios

Un millar de vecinos se manifestó en la tarde de ayer ante la Asamblea de Madrid al son de la banda sonora de la película Bienvenido, míster Marshall. Con su sonsonete aludían al crédito de 30.000 millones de pesetas que la banca americana ha concedido al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) de la Comunidad, y reclamaban a este organismo el cumplimiento de los planes de remodelación de sus ruinosos barrios.Según los datos de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), el Ivima tiene, pendientes 6.000 pisos que debían estar ya construidos y en 1997 iniciará sólo 1.258, la mitad para las citadas remodelaciones sin acabar y el resto para la lista de espera general.

Un tercio de las casas aún sin levantar pertenece a programas de construcción de nuevos pisos en barrios de vivienda pública ruinosa, como la UVA de Hortaleza, Fuencarral, Ventilla, La Viña. El resto forma parte del plan de vivienda joven 1992-95.

Habitantes de todos estos vecindarios participaron ayer en la protesta, coreando consignas como: "Cortés, Cortés y Gallardón, prolónganos tres metros la remodelación". Buena parte de estos retrasos provienen de la anterior legislatura socialista, pero, según los vecinos, "el PP, con sus recortes, ha provocado el total estancamiento de los planes".Otra de las reivindicaciones es el inicio de la reforma de viviendas y de infraestructuras en las áreas de rehabilitación de Vallecas, La Elipa y Lavapiés.

La FRAVM asegura que en 1997, y respecto a 1996, el Ivima reducirá en 1.461 millones las inversiones para construcción de edificios; en 1.606 millones las obras de urbanización, y en 2.612 millones los trabajos de conservación de su patrimonio.El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cortés, declaró que la protesta "tiene mucho de político y está muy poco basada en la realidad", según informa la agencia Efe. Dijo no recordar este tipo de manifestaciones hace dos, tres o cuatro años, "cuando el Ivima era un caos en todos los sentido?. "Ahora empieza a ser eficaz, aunque hay limitaciones económicas", añadió. Por otra parte, el consejero de Hacienda Antonio Beteta, que ayer saldó cuentas pendientes con el Ayuntamiento de Madrid, indicó que lo único sin resolver son 3.000 millones que el Ivima debe al Consistorio. "Seguiremos trabajando para aclarar los problemas surgidos de la deficiente contabilización histórica que ha tenido este organismo y el no registro de las titularidades de las vivienda", aseguró.