"La edad me trae ventajas como actriz"
No hay término medio con la mujer a la que BuÑuel encontraba "hermosa como la muerte, seductora como el pecado y fría como la virtud". Catherine Deneuve, la mujer que destruye o encumbra con la mirada, parece rescatada por el paso del tiempo de su fama de fría, misteriosa y distante. "Son tópicos que me molestan", aseguró ayer en Madrid, "aunque últimamente se dicen menos, será por la edad". A punto de ser abuela, Deneuve, de 53 años, ha descubierno la solución contra la angustia de las arrugas: huir de los espejos. La actriz interpreta en Los ladrones, de André Téchiné -que se estrena en España el 5 de diciembre-, a una mujer madura, separada y con hijos, que se enamora desesperadamente de una joven. Es su primer papel homosexual y reconoce que se lo pensó "seriamente" antes de aceptarlo. "El tema me era desconocido pero me di cuenta de que era una relación homosexual de amor, no sólo sexual. Y, finalmente, hay los mismos alientos, iguales tonos, en el amor a un hombre o a una mujer".Es la cuarta vez que trabaja con el director André Téchiné, uno de los grandes del cine europeo, quien ha contado a su vez con dos de los mitos del cine francés: Catherine Deneuve y Daniel Auteuil. Deneuve viste hoy con pantalones rojos y chaqueta de punto negra, pendientes de perlas (una negra y la otra blanca), y varias pulseras: oro con perlas y oro con brillantes. En su contrastada y exquisita elegancia las gafas rojas (que luego pondrá sobre la mesa) destacan con la melena rubia y una piel de porcelana que cubre con un maquillaje sencillo.
Musa de Yves Saint-Laurent, quintaesencia de la sofisticación francesa, Catherine Deneuve asegura que es su oficio el que la ha ayudado "a soportar el paso del tiempo". Lleva su relación con los años "como todas las mujeres, unos días bien, otros mal", afirma. "Pero como actriz creo que me trae ventajas. Pienso que la gente que dice que el paso del tiempo no tiene importancia es gente que miente. Sobre todo hoy en día, donde en todos los campos, no sólo entre los actores, sino entre los políticos, entre los hombres en general, el aspecto físico, la imagen, tiene tanta importancia".
André Téchiné señala que no le ha llamado la atención el personaje "sublimado, idealizado" que proyecta Catherine Deneuve. "Quería hacerla lo más humana posible", explica, "restarle esa divinidad y revelar otros aspectos. No me interesaba la imagen plana de Saint-Laurent, sino esa otra belleza más interior, profunda, secreta e íntima".
Catherine Deneuve aceptó el reto y se muestra satisfecha con el tono realista de la película. "Si el director de fotografía hubiera tratado la luz con intención de que la gente saliera más guapa se habría alejado de los personajes", dice. "La vulnerabilidad de sus caras es muy importante para su credibilidad. El tratamiento de una fotografía bella y aderezada puede a menudo alejar la emoción".
Es enemiga de dar consejos, ni siquiera a su hija, la actriz Chiara Mastroianni, salvo que se los pidan sobre asuntos concretos. Pues bien, ¿qué debe hacer una mujer para mantenerse tan bella? "Escucharse un poco a si misma de vez en cuando", responde. "Habiéndose hecho las preguntas adecuadas".
