Un centenar de muertos y desaparecidos en el atentado contra un edificio militar ruso
Se teme que un centenar de personas hayan muerto o desaparecido por una potente explosión ocurrida la madrugada de ayer en un edificio militar ruso de nueve plantas en Kaspiisk, una ciudad ribereña del mar Caspio, en la república caucásica rusa de Daguestán, fronteriza con Chechenia. Fuentes médicas confirmaron anoche a France Presse que había ya 10 muertos y confesaron no tener esperanza sobre la suerte de 90 residentes sepultados entre los escombros. La explosión fue un acto terrorista cometido o bien contra el servicio de guardafronteras de Rusia o contra otros cuerpos militares, ya que sucedió en los sótanos de un edificio donde residían tanto guardafronteras como soldados.
La afiliación de éstos no fue dada a conocer oficialmente, aunque la agencia Ria-Nóvosti los identificó como pilotos y tripulantes de avión, que habían recibido, amenazas. La potencia de la explosión fue equivalente a la de 15 a 25 kilogramos de trotilo. Los datos sobre el número de víctimas variaron a lo largo del día. Anoche, según cifras difundidas por la televisión, habían sido sacados 10 cadáveres y rescatado 31 personas con, vida. Sin embargo, el médico jefe de las operaciones de auxilio, Kazanfar Kurbanov, declaró a France Presse que el saldo final puede haber, sido de un centenar de muertos. "No tenemos ninguna esperanza", dijo al referirse a la suerte de 90 personas que se dan por desaparecidas. Otras 115 resultaron ilesas.Anteriormente, el representante de la república de Daguestán ante el presidente de la Federación Rusa calculaba que se habían evacuado 27 cadáveres, 41 viviendas habían sido destruidas y 48 personas, entre ellas 16 niños, habían desaparecido.
La mayoría de los altos cargos vinculados con las tareas de rescate o la investigación consideraban que el suceso había sido un. acto terrorista perpetrado por profesionales, pero divergían en la evaluación de sus posibles orígenes. Unos buscaban las pistas en los grupos delictivos perjudicados por la acción de los guardias fronterizos, los traficantes de droga y de armas con Azerbaiyán, los contrabandistas de caviar y también los pescadores furtivos del cada vez más escaso esturión del Caspio.
Otros funcionarios, sin embargo, apuntaban hacia la pista chechena, ya que la vigilancia de las fronteras administrativas con aquella república vecina a Daguestán es una de las funciones de los guardafronteras del distrito especial del Cáucaso. El general Aleksandr Danilenko, vicejefe de aquel contingente, manifestó que "la huella chechena se observa claramente" en el atentado. La pista chechena se verá reforzada si se confirma la informadón sobre la residencia de pilotos militares en el edificio siniestrado. Sobre los pilotos rusos que bombardearon aldeas chechenas durante la guerra de 22 meses en aquella república independentista se cierne siempre la amenaza de la venganza caucásica.
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