Una embarazada de septillizos de Huelva con 7 meses de gestación quiere tener todos los bebés

Rosario, una mujer de 35 años de Bonares (Huelva), está embarazada de siete fetos y cumple el séptimo mes de gestación, según los médicos que la atienden en el hospital onubense Juan Ramón Jiménez. El director del centro, Manuel Alén, confirmó ayer a EL PAÍS que Rosario, que se mantiene bajo control médico, está dispuesta a seguir hasta el final su embarazo múltiple y tener los, siete bebés. Un caso sin precedentes en España, consecuencia de un tratamiento de infertilidad, y que recuerda el embarazo de octillizos de una mujer británica, el pasado verano, y que acabó con el aborto de todos ellos.

A Rosario, sometida a un tratamiento de infertilidad, le fue detectado un embarazo múltiple, de al menos tres fetos, en la primera consulta en su localidad, el pueblo onubense de Bonares. Posteriormente pasó a un hospital comarcal, el Infanta Elena, desde donde la remitieron al Juan Ramón Jiménez, el centro de referencia de la zona. Fue entonces cuando se le detectó la existencia de al menos siete embriones, hace ahora dos semanas. El director del centro, Manuel Alén, decidió en ese momento su ingreso hospitalario para controlar el desarrollo de la gestación.Desde el primer momento, la joven onubense manifestó su intención de seguir hasta el final y dar a luz sus siete bebés. Además, tanto ella como su marido, hicieron saber a la dirección del hospital su exigencia de mantener el caso en el anonimato. Fuentes del centro explicaron ayer a EL PAÍS que en un embarazo tan excepcional "es tan importante el estado físico como el psicológico", para justificar la negativa de la paciente a hablar públicamente de su caso.

Ayer, cuando trascendió la noticia, la dirección del Hospital Juan Ramón Jiménez decidió situar a un guardia de seguridad en la puerta de la habitación de Rosario, para evitar que sea molestada.

Un extraño caso

La excepcionalidad de este caso ha llevado a los médicos a plantearse la conveniencia de trasladar a la embarazada a otro hospital con más recursos. En concreto, ayer se estudiaba la posibilidad de llevarla al Hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, a 90 kilómetros de Huelva. Se da la circunstancia de que el Juan Jiménez, en donde permanece ingresada, tan sólo dispone de una incubadora de transporte, para afrontar una posible emergencia tras el parto múltiple.

Además, fuentes del centro indicaron que tras las últimas pruebas se había llegado a especular con la existencia de uno o dos embriones más. El director del hospital no quiso ayer dar más detalles, amparándose en la discreción solicitada por la afectada.

Sí señaló, sin embargo que los médicos que atienden a Rosario se plantean la posibilidad de realizar un aborto selectivo o reducción embrionaria, practicada habitualmente en España, pero en un momento mucho menos avanzado de la gestación. "De momento, el estado de salud de la mujer es bueno, tanto desde la perspectiva física como psíquica", explicó Manuel Alén. "Un embarazo de estas características debe estar sometido a control porque, evidentemente, hay riesgos", añadió.

Los médicos conocerán dentro de cuatro semanas el estado de los embriones. Entonces, si procede, ofrecerán a la mujer información sobre las técnicas de aborto selectivo para permitir la vida de los otros. "La decisión un tratamiento de esterilidad, final sobre la aplicación o no de la reducción embrionaria depende de los padres. Nuestra misión consiste en proporcionarles la información", manifestó Alén. La mujer se sometió a un tratamiento de esterilidad, por el cual ya estuvo ingresada en su día en el Juan Ramón Jiménez. "Ella conocía el riesgo de esas técnica, pero determinó aceptarlas", indicó Alén. Los médicos han preparado un plan específico de seguimiento del embarazo y del parto. Rosario está sujeta a un tratamiento preventivo de maduración pulmonar fetal, ya que los médicos esperan que, si todo va bien, de a luz en un plazo de dos meses, o incluso que se adelante.

Entre los integrantes del equipo médico figura el doctor García Alonso, que en 1984 asistió, otro embarazo múltiple, en este caso de quintillizos, que nacieron sin problemas tras 35 semanas de gestación, informa Europa Press.

El caso británico

El pasado mes de agosto, el caso de una mujer londinense, Mandy Allwood, embarazada de octillizos levantó la polémica sobre el aborto selectivo, con fuertes enfrentamientos entre los doctores que la atendían y la Iglesia. La mujer, a pesar del consejo médico, decidió, animada por los grupos antiabortistas, seguir adelante con el embarazo, por lo que, finalmente, perdió todos los embriones.

Contrariamente al caso español, la embarazada londinense no sólo no pidió discreción, sino que vendió la exclusiva de su futuro parto a un diario sensacionalista, por 200 millones de pesetas (25 millones por cada niño que naciera con vida). Mandy Allwood perdió, cuando estaba encinta de algo más de cuatro meses, primero tres fetos, todos varones, que pesaban menos de 200 gramos y al día siguiente los cinco restantes.