EE UU detecta por primera vez desde 1930 un descenso en las muertes causadas por el cáncer

Un informe epidemiológico que se publica hoy en la revista Cáncer de EE UU detecta por primera vez -desde 1930, año en que se empezaron a registrar los datos- un descenso en la mortalidad por cáncer en este país, actualmente en un 2% anual. La razón hay que buscarla en la prevención, la detección precoz y los nuevos tratamientos que combinan radioterapia y quimioterapia, según explicaron ayer en Madrid destacados oncólogos estadounidenses.El cáncer aumenta constantemente, reconoció ayer L. W. Brady, presidente de la sociedad científica de Oncología Radioterápica de EE UU en una reunión organizada por la Fundación Ramón Areces. Sólo en su país se detectan cada año 1.400.000 nuevos casos. "Pero lo cierto es que muchos de ellos se diagnostican de forma tan precoz que pueden considerarse casi lesiones premalignas", matizó.

Así, el informe estadounidense muestra que de 135 víctimas por cada 100.000 habitantes se ha pasado a 130,8 en 1995. De continuar esta tendencia se calcula que en 20 años las muertes por cáncer podrían bajar a la mitad. Ha descendido la mortalidad de todos los tipos de cáncer. Sólo el cáncer pulmonar ha subido un 6,4% entre las mujeres fumadoras.

Tras las enfermedades cardiovasculares, el cáncer es la mayor causa de mortalidad en los países desarrollados. España registra con Grecia los índices más bajos, con algo más de 100 muertes por cada 100.000 habitantes, según datos del Libro Blanco de Oncología de 1995. Los oncólogos hablan actualmente de "curación" en un 50% de los casos diagnosticados, si bien por este término se entiende la supervivencia a los cinco años.

Los avances terapéuticos, como el uso simultáneo de la radioterapia y la quimioterapia, han mostrado un aumento considerable de la supervivencia, mayor calidad de vida de los enfermos y, sobre todo, la posibilidad de rescatar a pacientes considerados hasta ahora incurables.

Menos mutilaciones

Esta combinación terapéutica evita cirugías mutilantes como es el caso de la vejiga o el canal anal, aseguró Felipe Calvo, jefe de Oncología del hospital Gregorio Marañón, y pionero en la introducción de esta estrategia en España. Los me ores resultados se han obtenido en tumores gastrointestinales y también en cánceres fulminantes como el de páncreas.Leonard L. Gunderson, jefe de Oncología de la famosa clínica Mayo, de Rochester (EE UU), explicó que en tumores de páncreas se está consiguiendo que los enfermos vivan el doble que con terapia convencional e, incluso, con radiación intraoperatoria, que no se reproduzca el tumor local.

La supervivencia tiene su precio: la terapia combinada es más eficaz, pero también más tóxica. "Cualquier tratamiento combinado es más tóxico y esto deben saberlo los médicos y los pacientes", admitió Gunderson.

Los oncólogos no ocultan su sensación de estar matando mosquitos a cañozados. "¿Es matar el cáncer la única forma de curarlo?", se preguntaba un grupo de científicos la pasada semana en The Lancet. "Por supuesto que se está avanzando en la interacción biológica con la célula tumoral. Promocionar esta respuesta del cuerpo es el el futuro", apostó Brady.