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El presidente de Bielorrusia amenaza a la OTAN con no desmantelar sus misiles

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lulcashenko, pronunció ayer un polémico discurso ante la Duma Estatal rusa en el que amenazó con congelar el desmantelamiento de los misiles nucleares que aún quedan en su territorio -"algo más de 10"- si la OTAN no se compromete antes a no emplazar armas nucleares en los futuros miembros de esta organización. Lukashenko también propuso celebrar una reunión conjunta de los Parlamentos de ambos países para profundizar en la integración, que puede llegar a la unión en un solo Estado.

La sola noticia de que Lukashenko intervendría en la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, provocó las protestas de algunos partidos. Así, el movimiento Yábloko, que lidera el economista Grigori Yavlinski, propuso aplazar la intervención de Lukashenko para después del 24 de noviembre. Ese domingo debe celebrarse en Bielorrusia un referéndum sobre reformas constitucionales que prolongan el mandato de Lukashenko por más de dos años. Yábloko considera que el discurso del líder bielorruso persigue fines electorales y advierte que "no puede apoyar a un político que aspira a instaurar un régimen totalitario". Los diputados de Yábloko abandonaron la sala de sesiones de la Duma antes de que Lukashenko comenzara su discurso.Los 13 diputados del partido reformista Opción Democrática, que tampoco se quedaron a oír la intervención de Lukashenko, enviaron ayer una carta al presidente ruso, Borís Yeltsin, en la que le piden que congele la participación de Rusia en la comunidad que formó con Bielorrusia a principios de abril de este año.

"El 13 de noviembre es un día vergonzoso en la historia de la Duma Estatal" ya que "la mayoría nacional-comunista" dio la palabra a Lukashenko, quien "no oculta sus intenciones de terminar con el parlamentarismo en su país y, pisoteando las leyes, ha presentado a referéndum el proyecto de su Constitución dictatorial, que ni siquiera publicó", se dice en el mensaje enviado a Yeltsin.

Pero la oposición de los partidos democráticos no pudo impedir que Lukashenko hablara en el Parlamento ruso. El líder bielorruso dijo ante los diputados que a cambio del desmantelamiento de la decena de misiles SS-20 que aún quedan en su territorio, "podría exigir a Occidente garantías de que no emplazará tales armamentos cerca de las fronteras" de Bielorrusia. "La ampliación de la OTAN de hecho ya ha comenzado" y existe el peligro de que "la evacuación de las armas nucleares de Bielorrusia puedan coincidir con el emplazamiento de armamento atómico en los nuevos miembros de la OTAN", señaló.

Lukashenko ha obtenido el apoyo de Alexandr Shojin, dirigente del partido gubernamental Nuestra Casa Es Rusia -el del primer ministro Víktor Chernomirdin- y vicejefe de la Duma. Shojin declaró que no hay que apresurarse con el desmantelamiento de los SS-20 y que la decisión definitiva debe tomarse una vez que "respondan a la pregunta que constantemente hacemos: ¿emplazarán armas nucleares en el territorio de los nuevo miembros de la Alianza Atlántica o no?"

Lukashenko propuso celebrar en enero de 1997 una reunión de los Parlamentos de Rusia y Bielorrusia para "profundizar la integración" entre ambos países y llegar incluso a la "unión" en un solo Estado. "El pueblo bielorruso ha interpretado el acuerdo del 2 de abril [cuando se formó la Comunidad con Rusia] como el comienzo de la superación de una escisión artificial de nuestros pueblos".

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El líder bielorruso justificó la celebración del referéndum en su país porque es necesaria una reforma constitucional para redefinir las facultades de los poderes del Estado. Las nuevas facultades permitirán al presidente dar un nuevo impulso a la integración con Rusia, señaló.

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