Una ofensa a la obra de Stevenson
El gran escritor escocés Robert Louis Stevenson publica en 1886 su obra maestra, El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde, y no tarda en convertirse en uno de sus grandes éxitos. El cine nace 10 años más tarde; desde poco después siente un gran interés por esta novela, que se ha convertido en un clásico del terror fantástico. Entre las adaptaciones más imaginativas son la producción británica Doctor Jekyll y su hermana Hyde (1971), de Roy War Baker, donde el serio Ralph Bates se transforma en la estupenda Martine Beswick, y, sobre todo, la comedia norteamericana El profesor chiflado (1963), de Jerry Lewis, donde un tímido y afeado Jerry Lewis se transforma en la reencarnación del seductor cantante Dean Martin, su compañero de profesión durante 16 años. Treinta y tres años después, el cómico negro Eddie Murphy parte de la película de Jerry Lewis, que en los títulos figura como productor ejecutivo, para protagonizar no sólo un minucioso y completo destrozo de El profesor chiflado, sino además cometer una grave ofensa contra la obra maestra de Robert Louis Stevenson, .que no aparece citado por ninguna parte.Culto al cuerpo
El profesor chiflado
Director: Tom Shadyac. Guionistas: Steve Oedekerk, David Sheffield, Barry W. Blaustein, Tom Shadyac. Fotografia: Julio Macat. Música: David Newman. Estados Unidos, 1996. Intérpretes: Eddie Murphy, Jada Pinkett, James Coburn, Dave Chapelle, Jonh Ales, Larry Miller. Estreno en Madrid: Acteón, La Vaguada.
Debido a la actual preocupación por la gordura, esta nueva versión de El profesor chiflado narra cómo el obeso profesor Sherman Klump se enamora de su atractiva colega Carla Purty, pero se avergüenza de su gran cuerpo, emplea la pócima que está ensayando contra la gordura sobre sí mismo y se con vierte en el delgado, pero inaguantable, Bubby Love.
Basada en un torpe guión sin el menor atractivo, ni la menor gracia, esta producción es otra más de las demostraciones de lo bajo que ha caído la gran comedia norteamericana. Dentro de un conjunto que carece de cualquier interés, choca la nula importancia dada a las escenas de transformación de un personaje en otro y la excesiva importancia concedida a la escatologia en las la e inaguantables comidas de los cinco miembros de la familia Klump. Algo inusual dentro del cine norteamericano, que además no se aprovecha de ninguna manera, carece de cualquier atisbo de ingenio y cae profusamente en el mal gusto.
Debido a las nuevas tecnologías y a los avances de maquillaje, Murphy encarna no sólo al gordo profesor Sherman Klump y a su delgado álter ego Buddy Love, sino también a los cuatro miembros de la familia Klump y a un presentador de televisión. Sin embargo, la calidad de los efectos es tan buena que el espectador que no esté previamente avisado no se dará cuenta de que esta diversidad de papeles están interpretados por un mismo actor.
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