Nanotubos de carbono al rescate del microscopio de efecto túnel
Los científicos han encontrado una forma de domar el microscopio de efecto túnel, invento que mereció el Premio Nobel en 1986, pero que a veces daña los especímenes que observa.En este microscopio, ideado por dos investigadores suizos de IBM que recibieron el galardón de la academia sueca, una sonda, como una finísima aguja, rastrea la superficie de un material y proporciona imágenes panorámicas hasta el tamaño de un átomo. El aparato fue posteriormente modificado para lograr construir estructuras microscópicas juntando componentes individuales (átomos y moléculas). Sin embargo, el microscopio a veces falla por la punta, que tiende a ser relativamente grande, redondeada o roma, y se estrella contra la superficie a construir o investigar, dañando tanto la superficie como el microscopio.
Ahora, Richard E. Smalley y colegas, de la Universidad Rice (Texas, EE UU), han encontrado la forma de hacer mejores sondas utilizando nanotubos de carbono, cilindros huecos con diámetro de milmillonésimas de metro, muy resistentes pero flexibles, de carbono tipo grafito. Ellos anuncian su avance mañana en la revista Nature.
Las sondas de nanotubos son pequeñas y afiladas, y pueden navegar por superficies del tamaño de un átomo. Pero es su flexibilidad lo que garantiza que pueden sobrevivir a choques con la superficie de materiales, al ceder en lugar de romperse.
"La falta de puntas seguras es un impedimento serio para el progreso tanto en nanomanipulación como en microscopia", afirma Davir Keller, de la Universidad de Nuevo México. "La sonda ideal sería afilada, con una geometría bien definida, fácil de construir y barata. Prácticamente todas estas condiciones se satisfacen con la nueva sonda".
Las puntas del microscopio de efecto túnel normalmente son cables metálicos afilados o simplemente cortados con unas tijeras; con ellas se logran imágenes de alta resolución más por suerte que por buen diseño, porque la punta, a veces, tiene protuberancias de escala atómica que hacen el primer contacto con la muestra.
Con estos equipos se han logrado imágenes tridimensionales detalladas de la superficie de átomos de oro, silicio, oxígeno y carbono jamás vistas antes.
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