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El Congreso rechaza que el BOE edite separatas en catalán, euskera y gallego

El oleaje autonomista no inundará, de momento, el Boletín Oficial del Estado (BOE). Y no por falta de ganas del Parlamento de Cataluña, que en su día aprobó por unanimidad de sus grupos una proposición de ley, rechazada ayer por el Congreso de los Diputados, para que el BOE publique las leyes y disposiciones de aplicación general en las lenguas cooficiales en las diversas comunidades autónomas del Estado.

El Parlamento catalán registró en su día el apoyo a esta proposición de los diputados del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y del Partido Popular en aquella comunidad. Justo los que ayer, con sus 248 votos, impidieron que prosperase la proposición, que tuvo 45 votos a favor, de los diputados de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, Convergència i Unió, Partido Nacionalista Vasco y Grupo Mixto.El espíritu de la propuesta sonaba bien en el hemiciclo pero, a la hora de la verdad, la letra, que es lo que importa, fue rechazada. Reyes Montseny, en nombre del Grupo Popular, argumentó, entre otras razones, que sería necesario estimar el coste de una operación que exige un complejo sistema de traducción.

Víctor Morlán, en nombre de los socialistas, explicó que el espíritu de defensa de las. lenguas cooficiales que acoge la Constitución no puede traducirse en la pretensión del Parlamento catalán. El diputado socialista subrayó la posibilidad de que otras lenguas que se hablan en territorio español se sumasen a esta exigencia y apuntó la solución de que las comunidades autónomas que lo crean necesario puedan editar una traducción de las leyes y disposiciones generales en sus idiomas respectivos.

Para defender la iniciativa llegaron desde Barcelona y subieron a la tribuna de la Carrera de San Jerónimo los diputados autonómicos Roc Fuentes, de Iniciativa per Catalunya, y Joaquim Ferrer, de CiU. Les apoyaron Joan Saura (IU) y Joxe Joan González de Txabarri (PNV), lo mismo que Pilar Rahola desde el Grupo Mixto, pero las razones no fueron suficientes y la proposición de ley fue rechazada.

El texto aprobado por el Parlamento catalán pretendía que el BOE publicase separatas distintas en catalán, euskera y gallego, que se distribuirían en los territorios donde esas lenguas son cooficiales, junto al ejemplar en español, y que se fijase el plazo de un año desde que el texto se convirtiese en ley para que se pusiese en marcha la propuesta.

La polémica se trasladó fuera del hemiciclo. El portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila, convocaron una conferencia de prensa para justificar la contradicción entre el voto en el Parlamento catalán y en el Congreso, informa

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Ambos intentaron minimizar el "equívoco". Se declararon conformes al "espíritu" de la iniciativa, pero encontraron en el contenido errores de índole jurídica que presumieron difíciles de subsanar en el proceso de enmiendas. De Grandes y Michavila llegaron a asegurar que el Gobierno "dará satisfacción" a la propuesta cuando se subsanen las "deficiencias técnicas en la articulación práctica" de la iniciativa.

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