Los partidos eslovenos negocian el 'color' de la nueva coalicion de Gobierno

ENVIADO ESPECIAL Con un recuento de votos sin finalizar pero del que ya no se esperan sorpresas, los partidos eslovenos han comenzado a negociar contrarreloj para perfilar qué tipo de coalición dirigirá el país tras las elecciones del domingo. Los resultados preliminares confirman al partido centrista en el poder -Liberales Demócratas (LDS)- como el más votado, con un 27% de los sufragios y casi ocho puntos de ventaja sobre su seguidor inmediato, el Partido Popular (PP).

La opinión más extendida es que el presidente Milan Kucan pedirá al primer ministro Janez Drnovsek que intente formar un Gobierno de base amplia, dados los excelentes resultados obtenidos por la oposición derechista. Tras el PP, que ha más que duplicado sus votos de 1992 y pone en guardia contra la Unión Europea, otros dos grupos de la derecha, el estridente Partido Social Democrático (SDS) del ex ministro de Defensa Janez Jansa, y los Demócratas Cristianos han conseguido el tercero y cuarto puesto, con un 16% y casi un10% de los votos, respectivamente. PP y SDS, los dos partidos más importantes de la oposición, hicieron campaña contra el Gobierno sobre la idea básica de que Eslovenia sigue estando en manos de los antiguos comunistas y de que éstos controlan en detrimento del país todos los hilos político-económicos.El partido de Jansa, un populista de tono demagógico que atrae a numerosos jóvenes, ha quintuplicado sus votos respecto de las elecciones generales de 1992. Un eventual acuerdo parlamentario de estas tres formaciones opositoras, que trabajaron juntas durante la campana con el nombre de Primavera eslovena, les dejaría a un escaño de los 46 necesarios para obtener la mayoría absoluta en la Cámara.

Con un 9% de los sufragios, la Lista Unida de los Social Demócratas, que agrupa básicamente a los ex comunistas, ha sido el quinto partido más votado en las elecciones del domingo, en las que ha participado casi el 72% del millón y medio de eslovenos censados.

Los resultados abren el camino a dos escenarios. El más probable es que el primer ministro Drnovsek utilice sus 25 escaños y el refrendo ciudadano para intentar formar Gobierno con la ayuda de uno o varios de sus enemigos hasta ayer. El otro, que los principales grupos opositores, separados por más cosas de las que les unen, trasladen a los hechos su alianza verbal electoral y se hagan con el control parlamentario.