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Rita Marley reúne en un disco colectivo a doce 'divas' jamaicanas

El álbum despliega el amplio abanico musical de la isla

Diego A. Manrique

El último lanzamiento de Rita Marley es un llamativo disco colectivo, Natty queen divas (Tabata), vibrante reunión de una docena de las principales cantantes jamaicanas. "El álbum abarca desde el reggae más clásico hasta la última música para bailar" dice la viuda de Bob Marley. "En esas ocasiones es cuando te das cuenta de lo mucho que tienen en común todos estos estilos musicales. Cherry Natural le lleva casi cuarenta años a Sister Carol, por ejemplo, pero a las dos las mueve la misma causa. La causa de la vida y la del amor".

Natty queen divas no se trata, insiste Rita Marley, de un disco feminista al uso: "Cada una canta sobre lo que resulta importante en el plano personal. Pero hablamos de Jah [Dios] como padre y madre de la creación".Rita Marley no quiere caer en. la retórica del victimismo: "Sin duda que la mujer jamaicana está explotada. ¡La mujer y el hombre! Pero, en algunos aspectos, la explotación que sufre el hombre occidental es más cruel, más inhumana. La idea de progreso que domina en los países desarrollados tiene mucho de negativo. En amor, en espiritualidad, en relaciones interpersonales, el llamado mundo primitivo puede dar algunas lecciones a los rascacielos de Nueva York".

Dicen amigos y enemigos que Rita Marley es la mujer más poderosa de Jamaica. Ella controla, tras innumerables conflictos judiciales, la parte más importante del legado de su marido, lo que supone un río de dinero para la Fundación Bob Marley: aparte de no perder su fuerza como icono inspirador, Marley ha vendido más discos desde su muerte (1981) que en vida.

Todavía colean las demandas, pero Rita Marley ha demostrado tenacidad y valor por encima de lo previsible, superando chantajes y amenazas (Peter Tosh, Carlton Barrett y otros asociados de Bob murieron violentamente). La fundación, el Museo Bob Marley, los estudios Tuff Gong, su productora musical y varias organizaciones humanitarias no son sus únicas ocupaciones: supervisa la carrera de Ziggy Marley and The Melody Makers, donde está parte de la numerosa descendencia de Bob, fruto de sus relaciones con varias mujeres.

Sin olvidar que Rita Marley mantiene una activa vida creativa: "Llevo cuarenta años cantando, así que sólo he vuelto a lo que hacía antes de conocer a Bob". Una de sus obras más sorprendentes -y deliciosas- fue Spectacles for tribuffalos, concebida con dos músicos españoles, Gregorio Paniagua y Nacho Scola: "Es el disco al que tengo un cariño más especial, quizá porque al ser algo tan ajeno a mí lo considero como un hijo adoptivo. Y por lo mágica que fue la grabación y por contener una música tan poética. Nacho tiene un enorme talento en el corazón y Gregorio en la cabeza. ¿Que dónde es más importante? Bueno, el alma está en todas partes".

Resulta inútil preguntar a Rita Marley por las claves de la política jamaicana, tan enrevesada y homicida. "La política es enemiga de los sueños de la gente. Es la organización de la injusticia: a unos les da migajas, a otros un cordero. ¡Y la persecución de los más desafortunados! Las sociedades sólo progresan cuando la gente crece en amor, en respeto, en conciencia social. De los políticos sólo puedes desear que sigan la estela de los afanes del pueblo".

Rita Marley se carcajea cuando se le plantea cuáles son sus planes para el futuro: "Me contentaría con saber lo que voy a hacer en el resto del día. ¡Tengo 15 nietos! Nunca hubiera podido imaginar las vivencias de estos últimos años: colaborar con músicos del otro lado del mundo, actuar en esos fabulosos festivales étnicos en entornos naturales de España. De alguna forma, Dios me había reservado esas experiencias".

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