Valdivieso someterá a la Guardia Civil a una gestión con "criterios de empresa"

"Hoy no se está gestionando ni con la rapidez, ni con la agilidad ni con la eficacia que a mí me gustaría reconoce el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso. Resalta este hecho porque mejorar la gestión es "uno de los retos más importantes" de cuerpo y, además, para que sirva de "aviso para navegantes" es decir para quienes no se adapten a este proyecto. Entre sus planes está rebajar el número de agentes encargados de tareas burocráticas en la dirección general y cubrir unas 15 vacantes de coronel y teniente coronel aunque sea por el sistema de "destino forzoso" que hasta ahora apenas se utilizaba.

López Valdivielso ha decidido empezar a gestionar la Guardia Civil "como si fuera una empresa", con criterios de eficacia y rentabilidad, de acuerdo con las ideas del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. De paso, no ha tenido reparos en advertir a los indolentes y negligentes para que se acomoden a. su paso y cambien de actitud. El jefe del instituto armado pretende poner en marcha algo similar, en ciertos aspectos, a la reforma que hace ahora dos años quiso hacer la viceministra de Interior Margarita Robles. Esta cesó en el cargo hace seis meses, tras la llegada del PP al Gobierno, sin realizar su plan, en buena parte a causa de la oposición del entonces director general, Ferran Cardenal, con quien siempre tuvo fuertes discrepancias. El equipo de Robles llegó a elaborar un amplio Programa de objetivos con el fin de modernizar la, vieja estructura de la Guardia Civil, empezando por rebajar la "excesiva centralización" heredada de la etapa de Luis Roldán. El plan pasaba por reducir la "cabeza" y delegar en otras instancias inferiores diversas competencias que estaban acaparadas por la dirección general, en la que había destinados 2.600 jefes, oficiales, suboficiales y guardias. Pero el proyecto apenas echó a andar. López Valdivielso, que goza de la total confianza del presidente del Gobierno, José María Aznar, está decidido a acabar con la parálisis que arrastra la Guardia Civil, contando, entre otros, con los ocho nuevos generales nombrados por el Ejecutivo desde su llegada al cargo. "Estamos en una fase de cambio, de cuya culminación resultará la cúpula que tendrá la responsabilidad de dirigir los destinos de la Guardia Civil en los próximos años", ha anunciado. La remodelación afectará también a los directores de los tres principales centros de enseñanza del cuerpo, ubicados en Aranjuez y Valdemoro (Madrid) y Úbeda-Baeza (Jaén).

"Rigor y eficacia"

El máximo responsable del instituto armado pretende imponer "rigor y eficacia" y convencer a sus más de 70.000 subordinados de que "se está acabando una etapa y comenzando otra nueva". Quiere pisar a fondo el acelerador de la Guardia Civil pese a reconocer que sobre ella "aún se ciernen algunos nubarrones", en velada referencia al caso GAL y a los asuntos. judiciales que afectan, entre otros, al general Enrique Rodríguez Galindo. Muchos de los agentes que hay en la dirección general están "inquietos". por su futuro debido a que, figuran en un listado del que será borrado más de uno para ser traspasado a otro destino menos burocrático. Este estudio está en la fase inicial, pero fuentes de la Guardia Civil señalan que el director ha impuesto un ritmo muy rápido en la, gestión. Ponen como ejemplo que ahora se realizan los trámites de cambio de destino de un agente en 20 días cuando antes se tardaba meses.

El próximo día 20 está previsto que salga publicada la orden con nuevos destinos para capitanes y comandantes. También se cubrirán en breve las 15 vacantes de coronel y teniente coronel que hay en importantes regiones, aunque haya que cubrirlas mediante designación "forzosa" de las personas que se consideren aptas para el puesto. López Valdivielso pretende acabar con la costumbre de muchos jefes y oficiales que prefieren estar en su casa, como "disponibles", antes que cambiar de residencia.

Uno de los ejes del proyecto son las. 17 zonas en que se ha dividido España según el mapa autonómico. Nueve están mandadas por generales y ocho por coroneles -en la Guardia Civil hay 95 coroneles en activo- y se convertirán en la columna vertebral de este cuerpo policial. En un futuro serán suprimidos los Tercios, encargados de supervisar varias Comandancias, aunque en la práctica no desaparecerán hasta dentro de un año.

Otro de los proyectos de López Valdivielso es dedicar unos 1. 500 millones para finalizar la construcción de varios cuarteles y reparar un alto porcentaje que arrastra una situación lamentable. El director general asegura que no cerrará ninguno, aunque el 40% se halla en muy malas condiciones y el 30% en situación "regular". Entre enero de 1990 y diciembre de 1995, según Interior, han sido clausurados 579 acuartelamientos.