Revitalización
Estos muchachos de Sheffield empezaron su carrera con el rostro cubierto de espinillas a finales de los setenta. Por ello no es de extrañar que muchos les achaquen más años de los que en realidad cuentan. Esta frívola disquisición previa vale para afirmar que la salida del quinteto británico fue como un retornoal pasado. Hay que explicarlo: en sus inicios, el hard rock fue el primer amor. Y como eso no se olvida nunca, Leppard recuperó aquel sentimiento para abordar una primera parte vibrante. Después se dio paso a la presentación de Slang, un álbum con voluntad de cambio que no recibe la bendición total de su parroquia. en esta fase intermedia, de mucho menor interés, también sonaron algunos medios tiempos y baladas de otras etapas. Hysteria, el tema que da título a uno de los álbumes más vendidos de la historia del género , y Bringin' on the heartbreak, la pieza con mayor antigüedad del repertorio, salvaron la papeleta en ese tramo poco relevante. Volvióluego el ambiente enfebrecido echando mano del magnífico catálogo de los años ochenta, establecido en los millonarios en difusión Pyromania y el citado Hystería. Def Leppard está en esa fase de madurez de su sonido en la que el grupo, por orgullo, intenta desmarcarse del pasado propio para buscar otros horizontes. No es éste un tiempo boyante, pero nunca puede descartarse un vuelco a la situación: estos tipos tienen capacidad sobrada para conquistar de nuevo a las masas con un par de temas aptos para todos los públicos. Mientras, es de justicia decir que estos brítánicos nos brindaron una buena noche de lunes.
Def Leppard
Joe Elliot (voz), Phil Collen (guitarra), Vivian Campbell (guitarra), Rick Savage (bajo), Rick Allen (batería). Sala Riviera. Aforo: 2.200 espectadores. Entrada: 3.000 pesetas. Madrid, 28 de octubre.
Babelia
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