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Las ciencias: el ogro no rehabilitado

La posible necesidad de incrementarlos estudios humanísticos en la nueva enseñanza secundaria no está en absoluto originada por una mayor atención a los conocimientos científicos. Todo lo contrario, en cuarto de ESO la Física-Química (F/Q) y la Biología-Geología (B/G) aparecen como materias optativas. No se . comprende, por tanto, una educación comprensiva que obvie para muchos alumnos una parte de la cultura tan importante para sus vidas.La presencia de la ciencia en la educación obligatoria no puede supeditarse a su uso posterior. Es necesario que exista una ciencia para todos en secundaria que permita comprender la contribución de los avances científicos y tecnológicos a nuestra existencia, a nuestra cultura y a- la mejora de nuestra calidad de vida. Esta optatividad de las ciencias supone una situación regresiva que se encuentra asociada de forma sinergica con los siguientes aspectos:

1. En tercero de ESO la F/Q y la B/G se encuentran integradas en una única asignatura: Ciencias de la Naturaleza. Dé este modo, esta materia se convierte en la suma de dos subasignaturas totalmente comprimidas.

2. El horario lectivo de ciencias disminuye en la práctica drásticaMente.

El tiempo reducido que, un alumno podrá dedicar al estudio de los temas científicos le permitirá una aproximación superficial a los mismos y le dificultará el desarrollo de una mínima capacidad de crítica hacia los problemascientíficos y tecnológicos. de nuestro tiempo.

En consecuencia, gran parte de nuestra sociedad seguirá percibiendo la ciencia como algo oculto, ajeno, esencialmente peligroso de lo que se debe desconfiar e inasequible, sólo apta para unos cuantos. Como contrapartida, sólo se seguirá contemplando su vertiente utilitaria, olvidando los aspectos que la conforman como empresa humana.

Además, se continuará otorgando a lo científico la cua lidad de, ser irrefutable, de poseer la certeza absoluta. En cualquier caso, la ciencia seguirá sin formar part ' e de la cul túra, del saber que debe poseer cualquier persona ins truida. Esta situación se ¿omplica todavía más por la existencia de un bachillerato de dos años que permite contemplar en -Jas especialidades científica y tecnológica un menor peso específico para las ciencias que para las lenguas. Unos pro gramas de ciencias sobrecargados de contenidos -teórico facturales en su mayoria, con una escasa componente epis temológica- y un horario lectivo insuficiente para tratar los ayudarán a la producción d ' e un mayor número de aprendizajes de bajo nivel formativo.

Además, nuestro bachillerato no es todo lo específico que debiera, a diferencia del los países de nuestro entorno europeo en donde el estudio de las ciencias es totalmente disciplinar -Física, Química, Biología- Toda esta problemática supone que los alumnos que deseen realizar en un futuro estudios científicos (medicina, ingeniería, física, química, etcétera) no tendrán la adecuada preparación para cursar los mismos.

Sin duda, estas dos circunstancias -restricción de la cultura del futuro ciudadano y deficiente preparación para el acceso a estudios universitarios científicos- pueden afectar al desarrollo y autonomía de nuestro país. Por tanto, urge un debate en profundidad que intente obviar las deficiencias señaladas. Puede que todavía no sea demasiádo tarde. Si como señala Cayetano López el ogro puede ser rehabilitado, contribuyamos entre todos a que lo sea de verdad.

Juan Quilez, Rosa Muñoz y J. María Bleda son profesores de Física y Química de Enseñanza Secundaria.

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