Los socialistas franceses afirman que la privatización de Thomson es ilegal

La privatización de Thomson se complica. La oposición socialista, los sindicatos e incluso algunos miembros de la coalición gubernamental francea consideran que Alain Juppé vulneró principios legales y económicos al decidir trocear el grupo Thomson y entregar las actividades militares a Lagardère-Matra y la electrónica de consumo a la empresa coreana Daewoo. El traspaso a Daewoo de la electrónica, básicamente televisiva, por un franco simbólico, es especialmente conflictivo. El líder de la oposición, el socialista Lionel Jospin, pidió el miércoles "solemnemente" al Gobierno que dejara en suspenso la privatización.El portavoz socialista en la Asamblea Nacional, el ex primer ministro Laurent Fabius, pidió que se creara una comisión investigadora y denunció el que la Comisión de Privatizaciones, cuyo dictamen es preceptivo, se encontrara ante un hecho consumado. Incluso Ladislas Poniatowski, portavoz del Partido Republicano (segunda fuerza de la coalición de Gobierno) señaló ayer que en la privatización de Thomson había "un defecto de forma". "Da la impresión de ser una decisión de dos o tres personas, y no una decisión más amplia y equitativa", afirmó.

Thomson posee un gran nivel tecnológico en televisión digital y cuenta con un 22% del mercado estadounidense (Daewoo posee el 0,75%). Por un franco, la sociedad coreana pasa del decimocuarto al segundo puesto en la clasificación mundial de empresas de elctrónica de consumo. El Gobierno insiste en que "Lagardère y Daewoo garantizan los 80.000 puestos de trabajo de Thomson", pero los compradores se niegan a asumir compromisos públicos.