Yeltsin nombra a un centrista dócil y cómodo al frente del Consejo de Seguridad de Rusia
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, optó ayer por un personaje dócil y cómodo para sustituir al independiente general Alexandr Lébed y nombró a Iván Ribkin, un ex jefe del la Duma Estatal (Cámara baja), como nuevo secretario del Consejo de Seguridad y representante plenipotenciario en Chechenia, absteniéndose, sin embargo, de nombrarlo como ayudante en temas de seguridad, un cargo que también desempeñaba Lébed y que puede ser abolido.
El general Alexandr Lébed reaccionó ayer mismo por la tarde calificando a su sucesor de "incompetente" y "burócrata incapaz de garantizar la seguridad del país en un una época de muchos peligros". El presidente formalizó ayer con un decreto el cese de Lébed como representante en Chechenia, tras haberle despojado el jueves de sus otros cargos.El centrista Ribkin bien puede considerar su nombramiento como una resurreción política, ya que tras el fracaso de su bloque electoral, en diciembre de 1995, no acababa de encontrar su lugar en el olimpo ruso , pese a los intentos del Krenilin de mantenerle a flote mediante la dirección de un amorfo consejo consultivo adjunto al presidente.
El bloque de Ribkin, que fue diseñado como una alternativa de centro-izquierda al bloque del jefe del Gobierno, Víctor Chernomirdin, obtuvo un 1,1 % de los votos en las últimas elecciones. El actual jefe de la Duma, Guennadi Selezniov, calificó el nombramiento como un "regalo principesco", ya que Ribkin cumple hoy 50 años.
Borís Yeltsin comunicó a Ribkin su nombramiento en una conversación en el sanatorio de Barvija y le recomendó que mantenga la dinámica y continuidad en el trabajo del Consejo de Seguridad, especialmente en la regulación pacífica de la crisis de Chechenia.
En sus primeras declaraciones tras el nombramiento" Ribkin consideró la política de pacificación en Chechenia como algo prioritario y resultado de un esfuerzo conjunto. Resaltó también que su estilo va a ser más discreto y más reservado que el de Lébed, e informó que pensaba entrevistarse con todos sus predecesores en el cargo, incluido el general.
En Moscú, Serguéi Stepashin, miembro del equipo ruso que negoció con los separatistas chechenos y jefe de la administración del Gobierno, manifestó que ha hecho llegar a Aslán Masjádov, el jefe del Estado Mayor independentista, un documento en el cual Chernomirdin reitera su intención de proseguir una política de paz.
Declaraciones aparte, está aún por ver si la frágil paz del Cáucaso se mantiene en el futuro. La primera etapa de retirada de las unidades militares del Ministerio de Defensa de aquella república caucásica prácticamente se ha acabado y debe concluir a fines de noviembre. Después sólo permanecerá allí una brigada del Ministerio del Interior. Aslán Masjadov, que ha aceptado el cargo de jefe del Gobierno de coalición checheno-ruso, consideró ayer que el cese de Lébed puede tener una influencia negativa en el proceso de paz; pero dijo estar dispuesto a conversar con cualquier representante de Rusia.
Los responsables militares rusos siguen tomando medidas preventivas en los cuarteles. Una fuente militar dijo a la agencia Interfax que las tropas de paracaidistas se someterán al mando de infantería. Esto supone una degradación del estatus de aquel contingente de élite que en la actualidad se subordina directamente al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor, señalaron las fuentes. Estas pronosticaron un amplio relevo en el mando de las tropas de paracaidistas, cuyas recomendaciones a Defensa no sólo no han sido tenidas en cuenta, sino que han sido acogidas como una ofensa.
Ayer, coincidiendo con las celebraciones conmemorativas del 300º aniversario de la flota rusa, los portavoces de la Marina desmintieron la información, según la cual un submarino atómico de la flota del Océano Pacífico había sufrido una avería. Antes, las agencias rusas, citando fuentes competentes en la flota, señalaron que la avería se produjo en el mar de Ojotsk sin que hubiera fugas radiactivas ni víctimas.
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