Las farmacias de Italia amenazan con no distribuir medicinas gratis
La Federfarma, federación que agrupa a las 16.000 farmacias privadas que hay en Italia, anunció el lunes que, a partir del próximo 28 de octubre, sus representados dejarán de suministrar gratis o con descuento las medicinas recetadas por la sanidad pública. El conflicto, que proyecta sobre los italianos la amenaza de tener que adelantar el pago de las medicinas hasta que el Estado les reembolse, surge de medidas relacionadas con los presupuestos de 1997 muy similares a las adoptadas en España.El proyecto de presupuestos italianos para el próximo año trazado por el Gobierno de centro izquierda de Romano Prodi prevé, en efecto, un consistente aumento de las retenciones que el Servicio Sanitario Nacional efectúa sobre las facturas farmacéuticas a su cargo. Se trata, en la práctica, de una tasa que lógicamente reduce el margen de beneficio del sector.
El Ministerio de Sanidad espera lograr por esa vía un ahorro de 160.000 millones de liras (unos 14.000 millones de pesetas) a partir de esta medida y de otras orientadas a la reducción del margen de los mayoristas farmacéuticos. Según la Federfarma, la medida no consiste realmente en una reducción del gasto público, como pretende el Gobierno, sino en un aumento de los ingresos del Estado con cargo a un colectivo pequeño e incapaz de soportar el esfuerzo que se le pide. "Si se aceptaran las medidas del Gobierno, las primeras en sucumbir serían las 4.000 farmacias que operan en localidades pequeñas. Nos vemos, pues, obligados a suspender el servicio hoy, para garantizarlo mañana", se lee en el comunicado que anunció la amenaza de los farmacéuticos.
Reacción de los sindicatos
Este anuncio fue criticado por los secretarios de los principales sindicatos, a pesar de que alguno de ellos criticó también la actitud de la ministra de Sanidad, la ex democristiana Rosy Bindi "porque está convirtiendo el tema sanitario en una tragedia". Según los sindicatos, los farmacéuticos deberían haber intentado negociar más con el Gobierno.Otra reacción negativa proviene de las asociaciones de consumidores, que presionan por la liberalización del mercado farmacéutico y promueven un boicot a partir del 28 de agosto de la compra en farmacias de dentífricos y otros productos que se pueden adquirir también en perfumerías y supermercados.
La propia Federfarma estima que el cese de la distribución gratuita de medicinas implicaría un desembolso de unas 20.000 pesetas por cada ciudadano y año. Los farmacéuticos italianos afirman que el margen actual de beneficio de su sector es el más bajo de Europa y no supera el 3,11%.
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