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El alegre apagón

Vecinos de San Sebastián celebran la desconexión de una línea de alta tensión tras siete años de protesta

Pocos son los que se alegran de quedarse sin corriente eléctrica. No es el caso de los vecinos de la urbanización Rosa Luxemburgo de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes), que se han pegado un alegrón soberano cuando han sabido que la compañía Iberdrola decidió ayer cortar la corriente de los cables de alta tensión que sobrevuelan sus viviendas. Y es que estos vecinos llevaban, siete años pidiendo a golpe de grito y manifestación quedarse sin la molesta corriente.El tendido, una línea de 220 kilovatios, pasaba no sólo por encima de sus cabezas, sino, también de institutos, escuelas infantiles y otras zonas habitadas de San Sebastián y Alcobendas que sumaban un total de 10.000 almas. Han hecho falta siete años de protestas, retrasos y burocracia para que los cables se retiraran: "Sólo tenían que mover unas cuantas torres para que esto dejara de ser peligroso, y han tardado siete años. No sé qué hubiera pasado si hubieran tenido que enterrarlas", argumenta Javier D. R., de 45 años, vecino de la urbanización.

La cosa no era tan sencilla. Había que mover media docena de torres de apoyo en San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. Para ello se hubo de expropiar terrenos privados y además el nuevo trazado diseñado resultó afectar a otro colegio de Alcobendas y alos terrenos que la Universidad de Comillas tiene en esa localidad destinados a un campus universitario: "No era lógico que nos quitaran a nosotros el problema para pasárselo a otras personas, por lo que tuvimos que solidarizarnos con ellos", comentaba María López, otra vecina de la urbanización.

Al final, un trazado alternativo y 400 millones de pesetas, aportados por los Ayuntamientos de San Sebastián y Alcobendas y la Comunidad de Madrid, obraron el milagro, y los cables cambiaron, de apoyos para alejar la línea de la zona habitada.

"Estamos contentos de que haya ocurrido, aunque nos ha costado mucho esfuerzo conseguirlo, ya que ha habido problemas por parte de todas las administraciones. Por eso vamos a celebrarlo", afirma Asunción Tejada, tesorera de la Asociación de Afectados por las Líneas de Alta Tensión (ALAT) de la localidad, colectivo que ha capitalizado las protestas vecinales contra estos tendidos, a los que los afeciados achacan incluso los 14 casos mortales, de cáncer y leucemia que se han producido en los últimos años entre los habitantes de la urbanización.

"Aunque la fecha oficial de entrada en servicio del nuevo, trazado es el próximo lunes, ya no habrá corriente durante el fin de semana", asegura Tejada, que afirma: "Todos vamos a celebrar con sangría el domingo el fin de este calvario".

Rosa Luxemburgo será ahora la envidia de muchas otras partes de la región de Madrid. Zonas residenciales pelean por eliminar estos tendidos como Los Cerezos, de Pozuelo, o el caso de Torrejón de Ardoz, cuyo Ayuntamiento quiere eliminar una estación transformadora en el casco urbano.

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