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Entrevista:

"Tan constitucional es la seguridad del Estado como los derechos fundamentales"

Juan Ortiz Urculo, el nuevo Fiscal general del Estado, admite que se publiquen sólo dos datos de su vida privada y familiar: que nació en Bilbao, hace 57 años. Esa misma cautela la lleva a la opinión sobre asuntos de la fiscalía o sobre cuestiones jurídicas o de política criminal, en las que prefiere atenerse a lo que dice la ley y no arriesgar opiniones. Acude a la entrevista con una grabadora y pide que no se le hagan fotos fuera de su despacho.Pregunta. ¿Qué le ha prometido la ministra de Justicia?

Respuesta. Tuvimos una entrevista antes de aceptar yo el cargo y le expuse algunas cuestiones que consideraba imprescindibles. Una de ellas, de la que ya habíamos hablado con frecuencia, era una partida presupuestaria individualizada para el Ministerio Fiscal en el capítulo del Ministerio de Justicia, para conocer a principio de año con qué medios económicos contamos.

P. ¿Ha logrado que el Gobierno conceda la preferencia presupuestaria que usted reclama para la Justicia y el Ministerio Fiscal?

R. Ésta es una idea mía, incorporada a mí discurso en el acto de apertura de tribunales. No sé sí se va a dar preferencia, pero sí se me ha dicho que hay una voluntad sería, y de hecho lo estoy viendo, de dar un tratamiento favorable y distinto al que se estaba dando al Ministerio Fiscal. Esto es el primer paso. Pero yo pido más. Pido que se dé una preferencia a la Justicia en general, que en este momento histórico no se encuentra en las condiciones debidas, sobre todo el Ministerio Fiscal, para afrontar las responsabilidades que tiene.

P. Usted parece no conformarse con la imparcialidad de los fiscales y pide la independencia. ¿No es ésta más propia de los jueces?

R. Yo no hablo de la independencia de los fiscales, sujetos al principio de imparcialidad y legalidad que dice la Constitución, sino de que la institución, el Ministerio Fiscal, debe ser independiente, en el sentido de no depender de otro poder que no sea el judicial, desde e1 que extrae su independencia para actuar internamente con unidad de actuación y dependencia jerárquica. Por otra parte, yo no entiendo la diferencia entre independencia e imparcialidad, porque mirando el diccionario de la lengua, si se lee imparcialidad, dice independencia, y si se lee independencia, dice imparcialidad. [El diccionario de la Real Academia Española define la imparcialidad como "falta de designio anticipada o de prevención en favor o en contra de personas o cosas, que permite juzgar o proceder con rectitud", y la independencia, entre otras acepciones, ninguna de las cuales se remite a la imparcialidad, como "libertad, autonomía (...), entereza, firmeza de carácter".]

P. ¿En qué se beneficiaría el Ministerio Fiscal con la unificación de las carreras judicial y fiscal?

R. La unión en el origen, a través de la selección única, con oposiciones y tribunales únicos, formación única, escuela judicial única, beneficia al Ministerio Fiscal por un lado y a los jueces por el otro, porque a todos nos da carácter judicial, que quiere decir, como ocurre por otra parte en muchos Estados europeos, más independencia, al acercarnos y vincularnos a un poder del Estado, el judicial, en donde nace la independencia.

P. En una profesión tan jerárquica, tener a sus órdenes fiscales del Tribunal Supremo, sin tener usted esa categoría profesional, ¿no le resultará incómodo?

R. Más incómodo que dar órdenes a un fiscal de sala del Supremo sin serlo habrá sido dárselas a un fiscal siendo abogado o magistrado, como algunos de los anteriores fiscales generales.

P. Cuando presidía la Asociación de Fiscales, ¿le molestaba que la calificáramos de mayoritaria y conservadora?

R. Lo de mayoritaria no me molestaba, porque era verdad. Lo de conservadora no es que me moleste ni me dejé de molestara Depende con la intención que se haga.

P. Eso mismo me respondió la ministra de Justicia. Sin embargo, en el Reino Unido a nadie le molestaría esa definición.

R. Ésa es la cuestión, que a lo mejor nuestra historia convierte una palabra en peyorativa, aunque en otros lugares no lo sea. Y cuando alguien la usa peyorativamente, con intención....

P. Pero eso sería un juicio de intenciones.

R. Un juicio de intenciones por quien la usa. Si se usa normalmente, no molesta. El problema está en que todas las etiquetas deben responder a una realidad. Y si resulta, que una asociación realiza une serie de acciones que todo el mundo dice que suponen un progreso para la sociedad, pero se la sigue tachando de conservadora, el que lo hace debería coordinar esa palabra con las acciones de esa asociación.

P. Un Consejo Fiscal como el actual, dominado por una sola de las asociaciones de fiscales, ¿no significa un control corporativo de la fiscalía?

R. Bueno, yo creo que a una sociedad dominada por un partido que tiene la mayoría absoluta le pasa algo parecido. En toda democracia esto es posible. Lo que ocurre es que en el Ministerio Fiscal ha sido posible gracias a un sistema que es respetuoso con las minorías, cosa que no ocurre a veces en las democracias en general. Gracias a ese sistema está también presente la Unión Progresista de Fiscales. Además, son listas abiertas en las que cada uno elige a quien quiere.

P. ¿Qué pesa más en la balanza de la Justicia para el fiscal: la seguridad del Estado o la tutela judicial efectiva?

R. Los derechos fundamentales a mí me parece que son eso, fundamentales. Lo que ocurre es que todo tiene su campo. La seguridad del Estado es muy importante, pero los derechos fundamentales deben ser respetados.

P. Entonces, ¿pesan más los derechos fundamentales?

R. No me atrevo a decir terminantemente que esto es así, porque hay, que estudiar el caso concreto para decir si afecta a la seguridad del Estado y, no obstante, no lesiona el derecho fundamental. Ahora bien, qué duda cabe que tanto la seguridad del Estado y los secretos oficiales que la garantizan están en la Constitución, como también están en la Constitución los derechos fundamentales.

P. Pero están en sitios distintos.

R. Claro, y es necesario respetar lo uno y lo otro.

P. ¿Qué criterio mantendrá el fiscal ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo en el recurso contra la negativa del Gobierno a desclasificar los llamados papeles del Cesid?

R. Más que hablar, lo que haré será hacer, y lo que, pido es que se me siga en mi actuación, pero no voy a anticipar nada, en primer lugar porque no lo he estudiado suficientemente. Es como si a un cirujano que se encuentra en el quirófano a punto de operar le entran varias personas en tropel para preguntarle qué es lo que va a hacer. Lo normal es que diga que le dejen trabajar. Igual ocurre con nosotros los fiscales. La Sala Tercera del Supremo todavía no nos ha pasado el asunto relativo a los papeles del Cesid. Cuando se nos pase ya veremos qué decidimos.

P. Ante esa sala, la asociación que usted presidía tuvo un éxito jurídico: la revocación del nombramiento de Eligio Hernández. ¿Le anima ese antecedente?

R. Aquello es agua pasada. Se hizo en el momento que había que hacerlo y se obtuvo un resultado que ni me anima ni, me deja de animar. Fue algo que debíamos hacer y lo hicimos, y no lo interpretamos como un éxito. Además, las personas me merecen un gran respeto, absolutamente todas.

P. El Gobierno socialista no necesitaba hacerle demasiadas indicaciones a Eligio Hernández, porque éste se identificaba mucho con él. ¿Ocurre algo análogo con usted respecto al Gobierno del Partido Popular?

R. Sobre lo que hacía el Partido Socialista respecto al fiscal general, si tuve que decir algo, ya lo dije. Es agua pasada. No quiero mirar hacia atrás, porque deja a las personas petrificadas. Estoy en este momento trabajando y de lo que respondo es de mí mismo. No tengo este problema que me dice usted, pero en todo caso insisto en que no voy a presumir de ser independiente, sino que voy a demostrarlo.

P. ¿Va a imponer orden respecto a las diferencias de criterio de los fiscales de la Audiencia Nacional?

R. Si hay que hacer algo, se va a ver el resultado, pero no voy a anticipar lo que pienso hacer ni la forma en que pienso hacerlo ni si se va a hacer siquiera. El ciudadano se enterará.

P. Los presos se quejan de que los fiscales son muy visibles en los casos estrella, pero no se dejan ver por las cárceles.

R. Llevo poco tiempo aquí, pero no creo que eso deba ser así. Creo, en cambio, que los fiscales de vigilancia penitenciaria deben estar cumpliendo su obligación de ir a los establecimientos penitenciarios. Me interesa mucho ese asunto.

P. En su discurso ante el Rey, en la apertura del año judicial, puso el acento en que la ley se aplique "a todos por igual", "se hallen o no investidos de autoridad", "sin cotos de inmunidad" para nadie. ¿Dará instrucciones para que el fiscal pida al Supremo que llame a declarar a Felipe González en relación con el caso GAL?

R. Se verá lo que hago en su momento. No voy a anticipar nada. Si tuviera que intervenir el Ministerio Fiscal en un trámite concreto o porque concurra una circunstancia nueva, lo hará con la objetividad que yo creo que hay que actuar. No sé si modificaría su criterio anterior o no lo modificaría. Depende de la circunstancia procesal que concurra.

P. ¿Sería necesaria una nueva reunión de la Junta de Fiscales de Sala para modificar el criterio anterior de no inculpar a González?

R. Veríamos a ver sí sería necesario.

P. ¿Ha dado instrucciones para que Álvarez Cascos [vicepresidente del Gobierno, que habló del "terrorismo de bodeguilla"] declare ante el Supremo lo que aparenta saber sobre los GAL?

R. De momento, no. Ha habido también otras declaraciones. Ya veremos qué declaraciones merecen o no una consideración desde nuestro trabajo.

P. ¿Tiene algún criterio sobre política criminal?

R. Cumplir con las leyes y conseguir una eficacia de la institución que en este momento presido.

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