Tarantino: "Es absurdo que se juzgue mi carrera por dos películas"

El día Tarantino comenzó con un baño de sangre. El festival de Sitges proyectó a las nueve de la mañana el filme CurdIed, del que es productor ejecutivo el propio cineasta, sobre una brigada de la limpieza femenina especializada en fregar los escenarios de crímenes mientras canta de fondo Marta Sánchez. Con la hemoglobina aún secándose y los estómagos tratando de recuperarse, Quentin Tarantino se dejó por fin entrevistar. El director de Reservoir dogs y Pulp fictión dijo que no siente el más mínimo temor ante su próxima película -de la que ya escribe el guión-, pese a las grandes expectativas que despierta entre sus admiradores "No me asusta. Creo que hacer cine es en un 40% cerebro y un 60% cojones"

Tarantino recibe en su habitación. Viste pantalón corto de deporte Nike y la que parece ser la misma camiseta sin mangas que ha, lucido desde que llegó a Sitges el domingo y con la que fue lanzado a la piscina. En todo caso, no huele. En los pies lleva zapatillas de tenis muy rojas, como si se hubiera paseado mucho tiempo por el escenario de Curdled. El sol entra con fuerza por Ia ventana y Tarantino, junto a la terraza luminosa, hace pensar en aquella frase de La condición humana: "Existía un mundo del crimen y él se hallaba en ese mundo, como en el calor".El cineasta se muestra muy amable, gesticula con pasión, agitando unas manos pequeñas y cuidadas al final de unos brazos poderosos con bíceps como muslos de gladiador. "Me encuentro muy a gusto en Sitges, en el festival", empieza Tarantino. "Es estupendo, mejor que la última vez, en 1992. El recibimiento ha sido muy diferente. Estoy muy contento con todos esos fans que me demuestran tanto cariño". Curdled, dirigido por Red Braddock, es la versión en largometraje de un corto que Tarantino vio hace cuatro años en el festival de Viareggio y cuya extensión decidió producir. "Me gustan del filme las mismas cosas que me gustaban del corto, especialmente el papel de Gabriela" [la chica que limpia escenarios de crímenes y que se obsesiona con ellos]. "Creo que Gabriela no es una persona enferma, una pervertida, simplemente tiene una curiosidad por los crímenes. Es como un hobby". La chica, interpretada por Angela Jones (que tiene un pequeño papel de taxista en Pulp fiction), se extasía reconstruyendo un bárbaro asesinato y hasta llega a reconstruirlo bailando y chapoteando en la sangre. ¿Comparte Tarantino los intereses y fascinaciones de Gabriela? "Me interesaba el tema de la muerte y el crimen, sí; hasta cierto punto era como Gabriela, pero al hacer Asesinos natos [el filme de Oliver Stone] me quité eso de encima, fue como un exorcismo. Como si te apasiona el baloncesto y luego juegas muchos partidos y se te pasa".

Tarantino no está de acuerdo con que se le encasille en un género. "Es absurdo que se juzgue una carrera cinematográfica por sólo dos películas. Haré cosas de otros géneros. Aunque es verdad que no voy a dejar de hacer filmes de gánsteres por temor a que me encasillen. Sería como decidir salir sólo con morenas porque has estado casado con una rubia".

Tarantino afirma que no sabe qué es lo que hace a sus películas tan populares (o impopulares). "Quizá los argumentos, la forma de explicarlos. No es premeditado; eso sale de dentro de mí".

El cineasta no tiene prisa por rodar una nueva película. "Yo no soy de los que pueden hacer una película cada año. Me tomo mi tiempo. Y lo cierto es que no llevo tanto sin dirigir. No hay ningún director que se ponga a rodar si su anterior filme aún se exhibe. Ahora estoy acabando un nuevo guión para dirigirlo yo. Pero no escribo en público y por eso la gente piensa que no hago nada. No quiero hablar de mi guión hasta que esté acabado, porque cuando lo esté, a lo mejor no me gusta y lo tiro". Tarantino ha trabajado en el guión viajando hacia Sitges y en él "hay una referencia a España". De su trabajo como actor, subraya: "No me lo tomo como un juego. Espero que en el futuro mi trabajo como actor pueda ser tan bien considerado como el de director".