El IRA se atribuye los dos coches bomba contra el cuartel general británico en Irlanda del Norte
El Ejército Republicano Irlandés (IRA) se atribuyó ayer la autoría del atentado del lunes con dos coches bomba contra el cuartel general de las fuerzas británicas en Irlanda del Norte, en Lisburn, no lejos de Belfast. El ataque produjo 31 heridos, 20 de ellos soldados. Gerry Adams, líder del Sinn Fein, el partido que representa al IRA, se negó a condenar el ataque, que pone de relieve, a su juicio, "la extrema gravedad de la situación en Irlanda del Norte" y, en cambio, propuso "urgentes conversaciones" para superar el vacío político en la provincia. El consejero de seguridad nacional del presidente Bill Clinton, Anthony Lake, pidió a los radicales unionistas que no se sientan provocados por el atentado.
El IRA comunicó su reivindicación a través de una llamada telefónica a la radio irlandesa en la que dijo que su objetivo eran los soldados británicos, por ser quienes sostienen el colonialismo en Irlanda del Norte. El comunicante señaló que su grupo lamentaba las heridas causadas a los civiles. El comunicado del IRA pide la convocatoria de negociaciones y acusa al Gobierno británico de no asumir sus responsabilidades. El primer ministro, John Major, no dudó en calificar esta estrategia de "hipocresía nauseabunda".Antes de la llamada, casi nadie dudaba de que el ataque que destruyó parte de las instalaciones militares de Thiepval, a unos 15 kilómetros de Belfast, donde viven miles de militares con sus familias, fuera obra del IRA. Una llamada anónima recibida en la sede de la Radio y Televisión irlandesa en Dublín, atribuyendo la autoría del ataque al denominado Consejo. Militar Irlandés de Continuidad, brazo annado del Sinn Fein Re publicano, un grupo escindido en 1986 del Sinn Fein de Gerry Adams, no consiguió convencer a los expertos al carecer del tradicional código de identificación.
Patrick Mayhew, ministro para Irlanda del Norte, declaró que todos los indicios apuntaban a que el atentado fue llevado a cabo "por una organización que puso fin a un alto el fuego declarado en agosto de l994", lo que incluye exclusivamente al IRA. Mayhew interrumpió una visita a Estados Unidos para regresar a Belfast, donde ayer recibió información precisa sobre al ataque, el primero del IRA en Irlanda desde que en febrero suspendiera sus 17 meses de alto el fuego. Hasta ahora, los ataques se habían limitado a Gran Bretaña y un acuartelamiento británico en Alemania.
"Grave error" de seguridad
El ministro reconoció que el atentado fue posible debido a un "grave error" de seguridad. Ayer las fuerzas de seguridad se encontraban de nuevo en estado de alerta y la vieja cautela desarrollada a lo largo del conflicto volvió a los ciudadanos de a pie en Irlanda del Norte. El cuartel general enclavado en Lisburn, una ciudad de marcado color protestante y prounionista, tiene una sola entrada y está protegido por dobles barreras de seguridad. Los vehículos del personal civil de la base poseen una tarjeta de identificación y los coches de los visitantes que acuden a diario a Thiepval son registrados meticulosamente. Un diario británico aseguraba, sin embargo, que los registros se efectúan al azar y no afectan a todos los vehículos.En todo caso, diversas fuentes admitían que la permanencia tácita del alto el fuego en Irlanda del Norte había desembocado en un cierto relajamiento de las medidas de seguridad.
En circunstancias previas al alto el fuego del IRA, anunciado el 31 de agosto de 1994, hubiera sido imposible un incidente como el ocurrido la pasada semana, cuando la policía hizo estallar un coche cargado con 100 kilogramos de explosivos en el centro de Belfast.
Ayer, por segundo día consecutivo, los políticos norirlandeses pidieron a los paramilitares protestantes que no respondan a la "provocación" del terrorismo republicano y mantegan el alto el fuego. Gerry Adams negó rotundamente que el atentado de Lisburn sea una provocación. Los norirlandeses temen ya lo peor, como la propia Casa Blanca, desde donde el consejero de seguriad nacional de Clinton pidió calma a los unionistas. "Nos sumanos a todos los que se preocupan por el futuro de Irlanda del Norte en pedir a los unionistas que no se sientan arrastrados a una inútil y mortífera espiral de violencia por el ataque de ayer",declaró Lake, el hombre que alentó y dirigió la inicitiva pacificadora del presidente en la provincia. Reaccionar al desafío del IRA "podría destruir el futuro de Irlanda del Norte".
El ministro irlandés de Exteriores, Dick Spring, abundó en el idea y pidió a los partido políticos que vuelvan a la mesa de negociaciones sobre el futuro de Ir landa del Norte para "enseñar a los violentos que es posible seguir adelante". Spring subrayó que "si el Sinn Fein quiere tomar parte en las negociaciones se tiene, que producir un alto el fuego del IRA, independientemente de lo ocurrido".
"La gente está muy disgustada con lo ocurrido", señaló el ministro, recién llegado de su viaje para mediar en el conflicto de Oriente Próximo. "Podemos subrayar que así no se van a resolver los problemas, como ya se ha visto en los últimos 25 años".
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