Serra admite que la renuncia al polígono de Anchuras deja al Ejército del Aire sin un lugar idóneo para sus prácticas

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, admitió ayer que el campo de tiro de Bardenas Reales (Navarra), el único que le queda al Ejército del, Aire tras la renuncia al polígono de Anchuras (Ciudad Real), "no es el más adecuado" para dichas prácticas. En el pleno del, Senado, Serra recordó que Bardenas no es propiedad de Defensa, sino que está arrendado hasta el año 2001, y que ni su climatología ni su localización, lejos de las principales bases aéreas, son las más idóneas.No obstante, el ministro insistió en que un campo de tiro es una "necesidad ineludible" para el Ejército del Aire por lo que, el pasado 21 de septiembre, remitió a su colega de medio ambiente, Isabel Tocino, una carta en la que le pedía ayuda para encontrar una alternativa a Anchuras. Serra hizo estas manifestaciones en respuesta al senador socialista Manuel Varela, quien criticó el "espectáculo" ofrecido por los ministros de Defensa y Medio Ambiente a propósito de Anchuras y le advirtió que será muy difícil hallar una nueva ubicación para el campo de tiro. Serra, que departió brevemente con Tocino antes de contestar, recordó que los socialistas protagonizaron un episodio similar en Cabañeros, y se defendió señalando que se renunció a Anchuras "por razones ajenas a la Defensa, pero no al interés público", como son las medioambientales.

Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, calificó de "malentendido" el incidente entre el presidente José María Aznar y el primer ministro italiano, Romano Prodi, a raíz de las declaraciones del primero al Financial Times en las que reveló parte de las conversaciones entre ambos. Según Matutes, todo quedó "total y satisfactoriamente resuelto" con la "larguísíma conversación" que mantuvo el pasado día 1 con su homólogo italiano, Lamberto Dini. Matutes tachó de "irresponsable" la pregunta del senador socialista José Castro. "De ser cierto lo que su señoría ha dicho, estaría ahondando en la herida entre dos países aliados. Afortunadamente", concluyó, "no es cierto y no hay peligro alguno".