Aznar replica a Ardanza que no habrá marcha atrás en la dispersión de presos y defiende su legalidad

La dispersión de los presos de ETA se va a mantener. José María Aznar fue ayer con tundente en su respuesta al presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, y a los partidos que votaron en el Parlamento de Vitoria por el acercamiento de estos reclusos. El Gobierno mantendrá la dispersión, aseguró Aznar, porque "se ajusta plenamente a la legalidad". En una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, el presidente del Gobierno insinuó que la oposición al nuevo sistema de financiación empobrecerá las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE.

Aznar se mostró tajante. No quiere "polemizar con nadie", según dijo, pero rechaza el argumento de que la política de dispersión incumple la legislación penitenciaria. Se mantendrá "un tratamiento individualizado pero, desde luego, no se modfificará el concepto global" de la dispersión, aseguró.Aznar, incluso, pareció sugerir que las demandas de algunos partidos vascos pueden conseguir el efecto contrario al deseado. "Cualquier presión" para lograr el acercamiento a Euskadi de los presos de ETA, señaló en referencia al acuerdo de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, "es equivocada" .

El lehendakari Ardanza había calificado por la mañana de "incoherente" al presidente del Gobierno central porque la noche anterior había insistido en que combatirá a ETA desde la más estricta legalidad, mientras en la política penitencianía la dispersión incumple los criterios legales, según el presidente del Gobierno vasco, informa desde Vitoria Pedro Gorospe.

"La ley es para cumplirla en todos los casos", subrayó Ardanza, "al margen de que sus previsiones coincidan o no coincidan con las pretensiones que en este momento pueda tener el denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco". Según el lehendakari, "para que no se haga demagogia", desde el PNV se reclama siempre la liberación del funcionario José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA. "Pero dicho esto, me ratifico en el acuerdo del Parlamento vasco", concluyó.

Polémica autonómica

Igual de contundente se mostró Aznar sobre el nuevo modelo de financiación de las comunidades autónomas. Está aprobado ya por el Consejo de Política Fiscal y Financiera, dijo, y no tiene vuelta de hoja. Además, se basa "en el informe de los expertos, convocados por el anterior Gobierno, en nuestro programa electoral y de investidura, en los compromisos con nuestros aliados y en las necesidades del país".Pero Aznar introdujo un nuevo factor en la polémica con el PSOE. Se preguntó "cuánto dinero" van a perder las tres comunidades gobernadas por los socialistas (Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura) si quedan fuera del nuevo sistema y del fondo de garantías.

"Los que digan que no", emplazó a los tres jefes de Gobiernos autónomos del PSOE, "tendrán que explicar los perjuicios económicos muy serios" que van a causar a sus respectivas comunidades "sólo por mantener la oposición al Gobierno".

"Me parece muy extraño que se renuncie a la corresponsabilidad fiscal y a los mecanismos de solidaridad", añadió. "No me parece comprensible que los ciudadanos tengan que pagar las consecuencias de una decisión así".

En directa respuesta a su antecesor en la presidencia, Felipe González, Aznar insistió en que no hay vuelta atrás posible en la corresponsabilidad fiscal y aseguró que frente al modelo propuesto por el Gobierno "no se ha puesto otro, sino 15, tantos como comunidades autónomas. Estoy dispuesto a negociar pero un modelo alternativo, no 15 , que es la prueba de la incapacidad para formular un modelo alternativo".

Aznar fue preguntado también por la advertencia de Hans Tietmeyer, el presidente del banco central de Alemania, de que el esfuerzo para llegar por los pelos a la Unión Monetaria puede volverse contra algún país. Según el jefe del Gobierno, España "está haciendo sus deberes" para la convergencia "y los está haciendo bien [ ...] Está decidido y asumido por la sociedad", dijo. "La prima de riesgo [de España en los mercados internacionales] sigue descendiendo y eso significa que la credibilidad del país sigue aumentando".