Escritos sepultados
Veinte mil libros y tesis de Ciencias de la Información no se pueden consultar
-Buenas, quiero consultar mi tesis doctoral, que está archivada en esta facultad.
-Sí, buenas. Verá, tenemos un problema.
-¿Qué problema?
-Pues que no la puede consultar.
-¡Pero si es mi tesisl
-Ya, pero es imposible.
-¿Imposible?
-Sí, lo lamento: se encuentra depositada en un almacén que no reúne condiciones de seguridad.
-No me la habrán perdido, ¿verdad?
-No, por favor; pero no puede consultarla. No dejamos pasar a nadie.
-Pues sí que estamos bien... Es que la necesito urgentemente, ¿sabe? Tengo una. oposición.
-Ya me imagino, pero no puede ser.
-Vale, pero, entonces, ¿cuándo puedo consultarla ... ?
-Tal como van las cosas, quizá en un par de años... No le puedo precisar.
Esta escena se repite con asiduidad en Ciencias de la Información de la Complutense. Sus sótanos albergan en dos locales un rico fondo bibliográfico, hemerográfico y académico: más de 20.000 libros sobre periodismo, cine y comunicación, un millar de colecciones completas de revistas, decenas de miles de diarios y al menos dos centenares de tesis doctorales y tesinas de fin de carrera de la propia facultad y de la desaparecida Escuela Oficial de Periodismo, según informa María Luis García Ochoa, responsable de la biblioteca.
Se trata de una parte del patrimonio periodístico y audiovisual de valor incalculable, pero desde el pasado febrero se halla completamente bloqueado a raíz de la difusión de un informe elaborado por un arquitecto de la Junta de Obras de la Complutense, seguido de la decisión de cierre.
El informe de Letón Carrasco decía así: "Se comprueba que hay ocupados dos locales que no reúnen ninguna condición de seguridad contra incendios para albergar estos depósitos de papel. Esta situación es especialmente grave teniendo en cuenta que la NBE CPI 91 [directiva de protección antiincendios] considera este tipo de locales de alto riesgo. Por otro lado", prosigue el texto, "existe un peligro real grave por fallo de la estructura de las entreplantas. Se puede producir un colapso al no estar preparado este tipo de estructura para aguantar las sobrecargas de uso. Es necesario inhabilitar los locales señalados", dice el arquitecto.
Así permanece todo desde hace siete meses. Dadas las condiciones de almacenamiento allí existentes, un simple accidente puede hacer que desaparezca todo el fondo documental. "Y para siempre", se lamenta María Luisa García Ochoa, directora de la biblioteca.
Los responsables de la biblioteca y el profesorado informaron al Rectorado de la Complutense de la situación existente. Rafael Puyol, rector, dispuso que se encargara un nuevo informe sobre lo que costaría salvar el fondo: Un millón de pesetas cuesta meter libros, tesis, periódicos y revistas en cajas y salir provisionalmente del trance durante unas semanas; reinstalarlo del todo en otro local alcanzaría la cifra de unos 42 millones.
"La otra mitad de la biblioteca de la facultad funciona regularmente", reconoce Marta Torres, directora de las bibliotecas de la Universidad Complutense. "Los fondos bloqueados son de reserva, es decir, material no de uso diario. Además", añade, "no hay peligro de derribo. Hemos hecho todo lo posible para atajar este asunto, pero su presupuestación no pudo entrar en el plan de obras de este año. Además, ha habido cambios muy recientes en la Complutense. Los nuevos titulares ya conocen el problema [el asunto depende del vicerrectorado de Investigación, que desde hace unas semanas desempeña José- Luis Sotelo] y se aprestan a solucionarlo. O bien se decide un presupuesto de choque, o habrá que esperar a 1997', comenta.
Personas vinculadas a Ciencias de la Información consideran que para salvar el fondo documental en peligro, si el Rectorado no soluciona el problema ya, bloquearán del todo la biblioteca.
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