El Ejército se retira para facilitar las elecciones en el Estado de Guerrero

El Ejército mexicano suspendió temporalmente sus operaciones antiguerrilleras en Guerrero y ordenó el regreso de más de 11.000 soldados a sus cuarteles para facilitar las elecciones en el Estado sureño celebradas ayer. El Gobierno quiso responder, así a una petición del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que temía que la presencia militar para capturar a los rebeldes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) ahuyentara a la población de las urnas.

Estos comicios, los primeros tras la reforma pactada entre el Gobierno y los partidos, se rigen aún por la antigua normativa y suponen un desafío al afán de limpieza electoral del presidente Ernesto Zedillo. Los guerrerenses deben elegir el Congreso estatal y 76 alcaldes. Las encuestas prevén el triunfo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en cuatro de las ciudades más importantes, pero una batalla reñida en los municipios más pequeños.

Con el acuartelamiento, el Gobierno puso su grano de arena para reducir al mínimo el riesgo de que Guerrero se convierta en un polvorín. El EPR no actuará si mantiene la promesa de tregua que realizó el 25 de septiembre.