El silencio de Matutes ante la ONU

Fue, acaso, la benevolencia norteamericana para con España la que incitó al ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, a omitir cualquier crítica a la ley Helms-Burton en el discurso que pronunció la semana pasada ante la Asamblea General de la ONU. Varios de sus homólogos, europeos no dudaron en hacerlo como, por ejemplo, el francés Hervé de Charette, quien la denunció en términos duros.

Matutes se entrevistó entonces en Nueva York, gracias a una labor mexicana de buenos oficios, con el canciller cubano, Roberto Robaina, y José María Aznar está dispuesto a hacer otro tanto con Fidel Castro a mediados de noviembre en Santiago de Chile, donde, ambos asistirán a la Cumbre Iberoamericana, según indican fuentes de su entorno.

El presidente del Gobierno español no quiso desvelar, la semana pasada, en una rueda de prensa, si se produciría este encuentro pero recordó que, a pesar de todo, España mantiene relaciones cordiales con Cuba.

En la capital chilena Aznar tiene también previsto reunirse con el jefe de Estado de Colombia, Ernesto Samper, al que, sin embargo, rehusó recibir el 2 de agosto cuando hizo escala en Madrid de regreso hacia su país.

Samper es acusado por Washington de haber permitido que el narcotráfico financiase su campaña electoral. Matutes le ofreció el 2 de agosto un almuerzo en el que le reveló que, a pesar de sus esfuerzos, no le había conseguido una audiencia en La Moncloa.