Los fondos reservados se reducen en un tercio y los de protocolo en un 70%
Los Presupuestos Generales del Estado para 1997, remitidos por el Gobierno a las Cortes, no sólo son restrictivos para los funcionarios y las inversiones públicas. También incluyen un drástico recorte de las dos partidas que, por su amplio margen de discrecionalidad, más criticó el PP cuando estaba en la oposición: los gastos reservados, que se reducen en un tercio, y las atenciones protocolarias y representativas, que se rebajan en un 70%. En total, serán 1.875 millones los que se ahorren las arcas públicas.
Durante los últimos años, las partidas de fondos reservados y gastos protocolarios eran examinadas con lupa cada vez que el Gobierno socialista enviaba a las Cortes un nuevo presupuesto. La primera, porque sirvió presuntamente para el enriquecimiento ilícito de antiguos responsables de Interior, y la segunda, porque se prestaba a usos suntuarios por parte de los altos cargos.El primer presupuesto elaborado por el Partido Popular ha tenido en cuenta las críticas formuladas en la oposición y ha reducido sustancialmente sus dotaciones económicas. Los fondos reservados, que en el presupuesto de 1995, prorrogado este año, ascendían a 2.148 millones de pesetas, serán sólo 1.416 millones en 1997, lo que supone una reducción de 732 millones, casi un tercio del total. Además, en virtud de la ley sobre gastos reservados de 1995, está partida no puede aumentarse sin autorización del Parlamento.
El Ministerio del Interior, que hereda los fondos reservados del departamento de Justicia e Interior, contará con 524 millones, 290 menos que en 1995; mientras que Exteriores pasa de 128 millones a sólo 31, lo que supone una reducción del 75%. El Ministerio de Defensa, por su parte, tendrá 861 millones en fondos reservados, frente a los 1.205 con que contaba hasta ahora.
De esta cantidad, 726 millones corresponden al servicio secreto Cesid, que pierde 274 millones. Teniendo en cuenta que en 1994 esta cantidad ascendía a 1.500 millones, en los últimos años el Cesid ha visto reducidos sus fondos reservados a la mitad. No obstante, el hecho de que siga figurando una partida de fondos reserva" dos adscrita al Cesid supone un incumplimiento, al menosformal, de la citada ley de 1995, según la cual el control de dichos gastos corresponde en exclusiva a los ministros.
Más espectacular aún es el recorte que experimenta la partida de "atenciones protocolarias y representativas", que globalmente se reduce de 1.614 millones a sólo 471, lo que supone una disminución de 1.143 millones, equivalente al 70%. El Ministerio de Exteriores pasa de 369 millones a menos de 19; mientras que Defensa se queda con 10 millones, frente a los 475 que tenía.
Para un presupuesto del Estado de 18 billones de pesetas, sin contar los gastos financieros, un ahorro de 1.900 millones resulta insignificante, pero tiene un carácter simbólico, en un momento en que el Gobierno exige importantes sacrificios a la población.
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