El problema de la firma del presidente

¿Está Yeltsin hoy en disposición de firmar personalmente todos los documentos que se le atribuyen? ¿Lo estará después de la operación, o alguien lo hará por él, utilizando el "sello con la firma", una codiciada pieza de caucho, que comienza a ser objeto de un debate político en Rusia?El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Alexandr Lébed, fue, el pasado agosto, el primero en poner en cuestión la firma de Yeltsin en un documento oficial, que le obligaba a reanudar la guerra de Chechenia. Desde entonces, Lébed sólo recibe documentos con la firma original del presidente, según manifestó el general a esta corresponsal.
Sin embargo, hay indicios de que las dudas ante la firma de Yeltsin pueden extenderse en otros eslabones de la cadena de dirección del Estado y pueden llegar a poner en peligro el frágil mecanismo de gobierno desde Moscú.
Así lo demuestra el hecho de que varios funcionarios de VIadivostok (en el Lejano Oriente ruso), trataron de negarse a cumplir un decreto de Yeltsin que restablecía en su puesto al alcalde electo, Víktor Cherepkov, que ha recuperado su puesto, después de que los tribunales dictaminaran que había sido arbitrariamente destituido. El Lejano Oriente ruso es considerado como "segunda Chechenia" incruenta, por cuanto se dan allí procesos de pérdida de control por parte de Moscú, y algunos se preguntan qué pasará si el presidente no está en situación de firmar decretos, ni quiere transferir competencias al jefe del Gobierno, Víctor Chernomirdin, y los funcionarios de rango inferior se acostumbran a dudar de las órdenes que les llegan desde Moscú y exigen firma original.
Lébed no dio detalles sobre la práctica de utilizar el "sello con la firma", que está depositado en la cancillería presidencial. Medios del Kremlin aseguran que el sello se utilizaba habitualmente para temas menores, como despacho de correspondencia rutinaria, pero no para temas importantes.
Las normas de funcionamiento de la Administración presidencial convierten a Anatoli Chubáis en un personaje clave, porque cualquier documento firmado por el presidente que no haya pasado por el jefe de la Administración debe ser ratificado por el líder ruso ante aquel. Chubáis tiene así una oportunidad exclusiva de disuadir al presidente de aquellas decisiones tomadas individualmente y al margen de la Administración.
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