Referendum por la paz escolar
Miles de padres de alumnos de Toledo decidieron ayer en las urnas que sus hijos tengan jornada continua en los colegios
Toledo, seis de la tarde del día 24 de septiembre. Más del 70% de los padres censados ya han votado. Se respira tranquilidad. Una pareja de policías hace la ronda. ¿Qué, sin incidentes? Sí, todo bien. El director de cada centro vigila las urnas acompañado de un profesor, un padre y un representante del Ministerio de Educación."La, batalla ha sido terrible. Hemos pasado dos años muy duros que han sido malos para la educación en Toledo. Esperemos que el referéndum ponga fin a esta guerra", decía Jaime Rubio Gil, director del colegio Ciudad de Nara. Los padres de alumnos de los 16 colegios públicos de enseñanza primaria de Toledo eligieron ayer mediante un referéndum el tipo de jornada escolar que quieren para sus hijos: continua o partida.
El resultado ha sido aplastante. De16 colegios, todos menos uno han votado a favor de la jornada continua. La medida, que se implantará desde el primero de octubre en los 15 centros, ha contado con el apoyo del 78% de los votantes.
Ha sido un peculiar sistema ideado por Amador Domingo y Escribano, el nuevo director provincial del Ministerio de Educación y Cultura, para acabar con la polémica que el ano pasado originó que cada semana se manifestaran miles de padres, que también cortaron varias veces las carreteras de la zona.
Pedían la jornada continua, de nueve de la mañana a dos de la tarde, como ha venido ocurriendo en Toledo desde hace al menos siete años en la mitad de estos centros de enseñanza primaria. "Ha sido un conflicto social muy fuerte, con mucha tensión", contaba Antonio Arrogante, padre de un alumno y presidente de la Junta de Personal Docente de la provincia de Toledo.El conflicto empezó hace un par de años con la reivindicación de la jornada continua por los colegios que no disfrutaban de ella. Pero los responsables del Ministerio de Educación socialista decidieron hacer justicia de otro modo, quitándosela a todos los centros el pasado curso. Y se desencadenó la guerra. Los equipos directivos de los 16 colegios dimitieron, pero Educación sólo cesó a dos de ellos. Jaime Rubio fue uno de ellos. "Empezamos a perder la paciencia, había continuos enfrentamientos en los centros entre padres y profesores, y así comenzaron las manifestaciones".
"¿Qué va a pasar con la polémica de la jornada continua?, fue lo primero que me preguntaba todo el mundo el mes de mayo pasado al tomar posesión de mi cargo", recordaba Domingo y Escribano. "Había que encontrar una solución porque el caso de Toledo es excepcional. El colegio público Fábrica de Armas, por ejemplo, llevaba 38 años con este tipo de jornada".En ese colegio se respiraba ayer optimismo desde primera hora de la mañana. El edificio de este colegio es precioso, recuerda a una venta manchega, con las paredes encaladas, soportales con arcos y un torreón coronado por una veleta en la que aparece Don Quijote luchando con dos molinos de viento. "Nosotros hemos luchado mucho durante todo el año pasado y es de prever que salga el sí a la jornada continua", decía Julián Bermúdez, director del centro. Cada padre votaba en su colegio. Sólo había dos opciones: sí o no. El censo se hizo por familias, agrupando 4.344. Una familia, un voto. Los responsables de Educación se han comprometido a permitir la jornada continua de modo experimental, durante este curso, en los centros en los que más del 50% de los padres voten sí."Yo quiero la jornada continua porque así podemos hacer otras actividades por las tar des", decía Luis Gabriel Peche, uno de los alumnos. Las actividades extraescolares han sido otro de los aspectos clave de la polémica. "La oferta está asegurada; todos los colegios vamos a presentar un programa de actividades. Que haya jornada continua no quiere de cir que los centros se vayan a cerrar por las tardes", explica Rubio Gil.
Justino, el conserje del colegio Ciudad de Nara, se dejó crecer una coleta el día que quitaron la jornada continua, hace un año. "No me la corto hasta que vuelvan a ponerla", decía ayer.
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