"Teníamos nuestros miedos ante el rodaje"
Imanol Uribe reconoce que una de las dificultades a la hora de enfrentarse a Bwana -"no sé si en segundo o tercer lugar"- estaba en su relación de pareja en la vida privada con María Barranco. Después del aperitivo de El rey pasmado dirigida por él y en el que ella interpretaba un pequeño papel, Bwana les ha sentado frente a frente, casi a solas, en una playa desierta y sin nada a lo que agarrarse. "Teníamos nuestros miedos. Había ventajas en el sentido de que nos conocemos mucho, pero precisamente eso también tiene sus desventajas. María se dio cuenta muy al principio. Si a la relación personal le unes la laboral, las sensaciones de fidelidades y traiciones se acusan muchísimo más. En ese sentido, había muchas veces que ella se sentía traicionada porque era a la que menos caso hacía. Normalmente cuido mucho a los actores, pero basta que sea tu mujer para que pases más de ella y la cuides menos. María me reclamó esos cuidados que le negaba. Por otra parte, yo tenía la sensación de que había cosas que no me tenía que discutir por fidelidad y ella me las discutía", dice Uribe."Cada cosa que le decía, él lo interpretaba como una traición. Cuando a un director le haces una observación, lo entiende. A Imanol cualquier cosa que le discutía le parecía una traición. Pero, afortunadamente, fueron más los miedos anteriores al rodaje que luego el ponerte a trabajar", añade enfrente María Barranco. Por si acaso, Uribe tenía reservada una habitación del hotel donde se alojaba el equipo durante el rodaje, lejos de la casa alquilada para ambos. No hubo necesidad de utilizarla.En busca de coquinas
Bwana, basada en la obra teatral La mirada del hombre oscuro, está narrada en 24 horas en una playa solitaria. Antonio (Andrés Pajares), su mujer, Dori, (María Barranco) y sus dos hijos llegan al atardecer a una playa en busca de coquinas. Allí se encuentran con Ombasi (Emilio Buale), un africano que huye de la miseria. El título inicial de Sí, Bwana murió en el rodaje. Igual que la sonrisa que se va quedando helada a lo largo del filme hasta petrificarse. "He tenido la voluntad de hacer una comedia y al principio decía que era una comedia. Pero se ve que no puedo. Aunque sí creo que tiene un carácter de comedia en la primera parte, es más una comedia amenazante".
Filme rodado con intenciones absolutamente abiertas, fue su realización cronológica la que le hizo ir caminando por sus propios destinos. "Bwna es quizás la película que sobre el papel más me ha costado arrancar y estaba asustado porque no había red; son únicamente once personajes en tres actos muy delimitados, casi teatrales, la tarde, la noche y el amanecer, en un mismo decorado desierto y sin nada a lo que agarrarse o mirar. Fue una suerte poder hacerla por orden, algo que es muy raro en el cine, porque me ha permitido que se puedan ir incorporando cosas y elementos nuevos que enriquecían la historia", explica Uribe. Opinión que comparte María Barranco en cuanto a su personaje.
"Me ha ayudado mucho rodar en orden, porque he visto evolucionar y crecer a Dori. Cada día iba estando más cómoda con el papel y veía claramente como se desarrollaba, porque me costó mucho. Don es un personaje muy patético, en ocasiones vulgar, al que tenía que dar una dignidad", dice la actriz. Dignidad que encontró en la maternidad: "La única defensa que hago de esta mujeres que hace lo que hace porque intenta como una loba que a sus hijos no les pase nada".
Si contra algo ha tenido que luchar Uribe ha sido contra la pretensión de Andrés Pajares y María Barranco de querer salvar a sus personajes. "En la película hay un racismo cotidiano que lo llevamos todos dentro. Creo que la mayoría de la gente reaccionaría de una manera parecida a la que lo hace esta pareja. Fue una lucha contra los instintos de Andrés y María. Pero creo que el mensaje final está en esa mirada del africano que es, como una mirada a todos nosotros. Y es que de verdad uno no puede hacer chistes de eso", dice Uribe.
Y a María Barranco le sale el amor de esposa cuando se le recuerda que Uribe ganó hace sólo dos años en el Festival de San Sebastián con su anterior filme, Días contados. "Uribe es un señor mirado por este festival, es verdad, pero son diferentes jurados y diferentes películas. ¿Por qué no va a tener dos conchas seguidas?" Uribe asegura que todavía sigue deleitándose con las secuelas de aquellos Días contados. "Lo que sí quiero saber es cómo reacciona el público ante Bwana".
Babelia
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