La jerarquía ofrece el perdón al obispo que se fugó con una mujer

La Iglesia de Escocia guardó ayer silencio sobre las alegaciones de que el ex obispo de ArgyII, en Escocia, mantuvo más relaciones sentimentales de las dos reconocidas oficialmente por el propio Roderick Wright en la entrevista vendida al periódico sensacionalista News of the World. Lejos de querer echar leña al fuego, el obispo de Edimburgo, Keith O'Brien, que se ha hecho cargo de la diócesis abandonada por Wright hace dos semanas, ha abierto los brazos al obispo tránsfuga pidiéndole que reflexione antes de tomar una decisión errónea.

"Somos una iglesia de pecadores", dijo, "y lo nuestro es perdonar". La frase textual we are in the business of forgiveness" se hubiera prestado a una traducción sesgada en español. O'Brien insistió en que Wright, que no ha dejado de ser obispo pese a su renuncia hace nueve días, podría hacerse cargo aún de una parroquia si renuncia a contraer matrimonio con Kathleen MacPhee, la divorciada de 41 años de edad con la que se fugó hace dos semanas.Wright, que vendió por una suma no revelada la historia de su amor por MacPhee a un dominical amarillo, es padre de un hijo de 15 años.El camino de su redención pasa, según el obispo O'Brien por "reconocer a su hijo. No es necesario que se case con la madre, Joanna Whibley". Su conducta pasada, incluido el vergonzoso episodio de la venta de la exclusiva periodística sería perdonado si Roderick Wright renuncia a casarse con una mujer divorciada.

De acuerdo con la doctrina de la iglesia, una decisión de este calibre le invalidaría como sacerdote y le impediría incluso comulgar. Ann Widdecombe, viceministra de Interior y convertida al catolicismo no hace mucho, ha pedido lisa y llanamente la excomunión del prelado.