Pujol compromete a regañadientes su apoyo al Presupuesto

Con resignación y a ragañadientes. El presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, se puso ayer en contacto con el vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, para expresarle su compromiso de apoyar los Presupuestos para 1997. Pujol advirtió, sin embargo, que el pacto de colaboración de CIU con el PP y la estabilidad política del país se verán afectados en el futuro si la coalición nacionalista se ve obligada a votar a favor del actual proyecto de Presupuesto, algunos de cuyos contenidos no comparte.

Fuentes de la dirección de Convergencia Democrática señalaron ayer a este periódico que la coalición nacionalista "no juega de farol" y que Pujol había lanzado a Rato un mensaje muy claro. "Será el principio del fin" de la colaboración con el Gobierno si no se encuentra una solución para el déficit sanitario, principal escollo en la negociación.El presupuesto de Sanidad (550.000 millones en 1996) representa el 33% del total del de la Generalitat en su conjunto. Sin los 32.000 millones que reclama, la Generalitat no podrá cumplir los criterios de Maastricht en cuanto a contención del déficit público.

Hoy se celebra en Madrid una nueva ronda negociadora, pero los dirigentes de CiU eran ayer pesimistas. CiU reclama que aflore el déficit oculto, que fija en total en 200.000 millones de pesetas. El Gobierno del PP niega ahora que exista un déficit oculto de la sanidad pública, derivado del hecho de que los presupuestos del Insalud nunca han respondido a la realidad del gasto.

El problema para CiU es que su campo de maniobra es muy estrecho. Los 16 diputados de la coalición catalana son esenciales para garantizar la mayoría del Gobierno, y Pujol no parece dispuesto a asumir el coste de dejar al país sin presupuesto por segundo año consecutivo. Pero sí puede amenazar con dejar de apoyar en otros temas al Ejecutivo.