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Aragón trata de rentabilizar su frustrado centro de televisión

Planes para explotar "un muerto" de 3.000 millones de pesetas

Una oferta pública de participación empresarial lanzada por la Diputación General de Aragón (el Gobierno regional) ha suscitado el interés de diferentes empresas de la comunicación audiovisual. El proyecto consiste en crear una sociedad mixta para explotar las instalaciones que se construyeron y equiparon al ciento por ciento para el frustado proyecto de televisión autonómica. En el centro, que fue terminado hace tres años, se invirtieron alrededor de 3.000 millones de pesetas.

Pese al interés mostrado inicialmente por TVE, un informe técnico ha descartado la viabilidad de esta opción para la televisión estatal. El departamento de Presidencia del Gobierno regional mantiene reserva sobre las consultas realizadas por otras entidades. "Las ofertas se presentarán en las últimas 24 horas, como suele ocurrir en estos casos", dice su titular, Manuel Giménez Abad. El plazo termina el próximo día 19.Los planes del equipo presidido por Santiago Lanzuela (PP) para rentabilizar "ese muerto", como en conversaciones privadas lo denominan los integrantes de diversos gobiernos regionales, se orientan ahora a crear una productora que pueda suministrar trabajos audiovisuales tanto a empresas privadas como públicas. No se descartan en el futuro "otros usos", denominación indeterminada que incluiría su utilización como televisión local.

Según las bases de la oferta, el Gobierno regional, directamente o a través de alguno de sus organismos autónomos o entes públicos, participaría en la empresa a la que se otorgue la explotación en un máximo del 20%.

Las fuerzas políticas, en especial el Partido Aragonés (PAR) e Izquierda Unida han defendido intensamente la existencia de una oferta televisiva propia en esta comunidad autónoma. De ahí, por un lado, el precipitado intento de los regionalistas de poner en marcha un acuerdo con Antena 3 TV en 1993 (entonces el PAR gobernaba la Comunidad autónoma respaldado por el PP, situación similar a la actual, pero con el equilibrio de fuerzas a la inversa) lo cual abrió la mayor crisis política en Aragón desde el restablecimiento de la democracia.

Los socialistas llegaron entonces al poder apoyados por un diputado tránsfuga del PP y con la anuencia de IU. Un periodo tormentoso que terminó, también, con la dimisión de José Marco de la jefatura, del Gobierno y su marginación de la dirección y militancia socialistas. IU apoyaba la opción de adscribir el centro a TVE.

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