Iran, país de acogida
Irán lanzó ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que se le ayude económicamente a hacer frente al flujo de refugiados kurdos procedentes de Irak, pero reafirmó que sus fronteras están abiertas para los que quieran vivir en paz. La diplomacia iraní está capitalizando la crisis en el norte de Irak para recordar al mundo que la república islámica, detrás de la imagen de violencia y fanatismo que le han impuesto sus enemigos, es sencillamente el país que más refugiados acoge.Tras la implacable ofensiva de Bagdad contra los kurdos, y shiíes en 1991, medio millón de iraquíes huyeron hacia Irán. La mayoría regresó a Irak. Pero el peso económico para Teherán persiste. En Irán hay por lo menos dos millones de refugiados de Afganistán, una misión humanitaria que Teherán afirma que le cuesta más de 250 millones de pesetas diarias.
"Lamentablemente, hoy nuestras manos están vacías. No tenemos alimentos para repartir", declaró ayer en Teherán Ahmad Hosseini, el responsable para cuestiones de refugiados. "En el mejor de los casos podríamos construir campamentos para 10.000 refugiados".
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