Hoy no es mi mejor día

Recientemente el Gobierno nos volvió a angustiar con sus habituales globos sonda en su carrera de recortes, eso sí, con un colectivo siempre claro a la hora de recortar: los trabajadores por cuenta ajena. Como si nos hubiesen cogido manía.En esta ocasión, lo único que faltaba, el cobro de uso de autovías, porque como globo sonda que es, se avisa de la faena, pero no se concreta el cómo. Cuando en su campana electoral prometían bajar los impuestos, reducir el déficit y no recortar las prestaciones sociales, alguien ya apuntaba que la Virgen de Lourdes hace siglos que no ejerce de milagrera y a lo mejor tenía reservado este privilegio para cuando ganase las elecciones el Partido Popular.

Lo cierto es que a una Administración que no garantiza el futuro de las pensiones, que está sondeando la posibilidad de privatizar la educación, que nos atemoriza sobre el futuro de la sanidad y, para remate, nos quiere cobrar por pasar por las carreteras, no acabo de encontrar ni una sola razón para que tenga que entregarle más de la cuarta parte de lo que gano en impuestos directos; y no digamos si hacemos la cuenta de lo que aportamos entre empresa y trabajador (todo sale del mismo lado, independientemente de cómo se recaude).

La aportación de un trabajador al Estado, entre impuestos directos, indirectos y costos laborales, es aterradora. Además, somos sujetos pasivos cautivos, a los que no se nos permite ninguna reducción de "gastos necesarios para obtener los ingresos", como en el caso de- otros colectivos.-