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Matutes llega a Santo Domingo entre acusaciones contra una de sus empresas

ENVIADO ESPECIALNo es fácil ser a la vez un próspero empresario y un político destacado. Abel Matutes, el ministro de Asuntos Exteriores, lo está comprobando en cada uno de sus viajes a la República Dominicana, donde sus adversarios y competidores en el campo de la industria turística aprovechan cada visita para presionarle a través de la prensa formulando todo tipo de acusaciones.

Con el peculiar estilo de los rotativos suramericanos, el diario Listín abría su edición del lunes con el siguiente titular: Demanda contra Abel Matutes crearía problemas con España. Mientras, las televisiones dominicanas se hacían eco de la denuncia interpuesta ante la Cámara Penal contra el jefe de la diplomacia española por el empresario Víctor Livio, presidente de la sociedad Playa Cortecito, a la que una empresa del ministro español, Fiesta Bávaro Hotels, supuestamente adeuda 1.088 millones de pesetas. Todo este alboroto se producía la víspera de que el ministro español llegara a la isla acompañando al presidente del Gobierno, José María Aznar, en su primera visita a Latinoamérica desde que ganó las elecciones, y que se inició ayer con una entrevista con el jefe de Estado dominicano, Lionel Fernández. Livio sabe que su denuncia penal no prosperará, y un portavoz de la familia reconoció que, al ponerla el viernes pasado "se quiere hacer ruido y recordar a Matutes que tiene un problema y debe solucionarlo".Llueve sobre mojado. Cuando en agosto pasado el ministro de Exteriores acompañó. a Santo Domingo al príncipe Felipe para asistir a la toma de posesión de Fernández, la prensa local le acogió con titulares que recordaban su contencioso con Playa Cortecito. Reinician litigio acerca terrenos [de Matutes] informaba en primera página El Caribe, mientras El Siglo señalaba: Matutes sacará a relucir conflicto turismo.

El litigio tiene su origen en la compra por la empresa de la familia del ministro, en marzo de 1990, de 2,1 millones de metros cuadrados en una zona playera en los que hoy está construido el lujoso hotel Fiesta Bávaro, con 1.087 habitaciones.

Para pagar los 1.818 millones de pesetas, la compañia española, que dirige por delegación el hermano del ministro, Antonio Matutes, compró deuda pública venezolana, que utilizó a su vez para adquirir deuda petrolera dominicana con Venezuela. En la alambicada operación financiera intervinieron los bancos centrales venezolano y dominicano, así como el Intemational Bank of Miamí..

A la espera de sentencia

Víctor Livio, dueño de Playa Cortecito, empresa propietaria de los terrenos, alega que Fiesta Bávaro sólo sufragó la hipoteca que pesaba sobre la propiedad -730 millones de pesetas- y que aún se le deben 1.088 millones. Livio demandó a la empresa de Matutes y obtuvo un fallo favorable en 1991. Los abogados de la familia Matutes recurrieron la sentencia, y un tribunal de segunda instancia dio la razón a la empresa española. Entonces, los propietarios de los terrenos apelaron a su vez y el asunto, según Víctor Livio, está ahora pendiente de un fallo inapelable de la Corte Suprema de Justicia del país caribeño.-Matutes, a través de su portavoz, Inocencio Arias, declaró ayer a este periódico que el asunto no le preocupaba. Desmintió la anterior versión y aseguró que "posee desde hace dos años una sentencia firme de la más alta instancia judicial de, la República Dominicana que es favorable a Fiesta Bávaro Hotels". "Está definitivamente zanjado", añadió ayer el titular de Exteriores en el avión camino de Santo Dorrtíngo, al tiempo que repartía la sentencia a los informadores españoles. El fallo rechaza el recurso de casación interpuesto por Playa Cortecito, y condena a recurrente al pago de las costas.

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Pero Víctor Livio no parece dispuesto a tirar la toalla y, el pasado viernes, sus abogados presentaron una denuncia penal por asociación de malhechores, falsedad en escritura pública, sustracción de fondos, estafa, abuso de confianza y prevarícación contra Abel Matutes, su hermano Antonio, el ex gobernador del Banco Central, Guillermo Caram, y un ejecutivo del banco de Miami, Edward Farah. La demanda no tiene visos de prosperar porque, según el ministro español, él nunca ha sido ni presidente, ni miembro del Consejo de Administración ni apoderado de Fiesta Bávaro, aunque sí es su principal accionista.

No es la primera vez que la familia Matutes tiene problemas con sus hoteles en la República Dominicana. La celebración de una convención del Parlamento Europeo y de representantes de los países de Africa, Caribe y Pacífico en uno de sus establecimientos en la isla caribeña ya le valió a Matutes, entonces comisario europeo, una interpelación ante la Eurocámara.

Aznar llegó ayer a la República de Santo Domingo

El presidente del Gobierno, José María Aznar, llegó ayer a Santo Domingo poco, después de las cinco de la tarde, hora, local, para iniciar una visita oficial de unas 50 horas. El jefe del Ejecutivo español fue recibido en el aeropuerto internacional de Las Américas por su homólogo dominicano, Lionel Fernández, con quien tenía previsto sostener un encuentro formal por la noche en el Palacio Nacional.Aznar, su esposa, Ana Botella, el ministro Matutes y los miembros de la comitiva presidencial tuvieron que soportar ayer una doble ración de sofocante calor caribeño, ya que el aire acondicionado del hotel en el que se alojan en Santo Domingo estaba estropeado.

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