Tocino propone un nuevo plan hidrológico con mas ahorro de agua y menos trasvases

La ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, arremetió ayer contra los "faraónicos" proyectos hidráulicos del anterior Gobierno, rechazó la generalización de los trasvases a todas las cuencas hidrográficas, descartó afrontar el problema del agua " golpe de inversión pública" y se comprometió a promover un plan hidrológico nacional basado en desincentivar el consumo aprovechar recursos alternativos como la desalación y la reutilización de las aguas residuales. La ministra prevé tener listo su anteproyecto para 1998, tras consultar a todos los sectores el año que viene.

Isabel Tocino eligió ayer la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, donde inauguró el seminario sobre La economía del agua, para ofrecer su esperada y repetidamente pospuesta comparecencia pública sobre la política hidrológica de su departamento. La ministra anunció para finales, de este año -un Libro Blanco que enmarque un debate entre todos los sectores implicados y conduzca, un ano después, a la presentación de un anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional.Tocino criticó a su antecesor en el cargo José Borrell por haber adoptado como objetivo "garantizar la satisfacción de todas las demandas, hipervalorando la planificación hidrológica y basándola en la generalización de los trasvases a todas las cuencas". Descartó por inviable y "megalómano" el Siehna (Sistema de Equilibrio Hidráulico Nacional), un proyecto que preveía invertir 750.000 millones de pesetas en la construcción de 1.000 kilómetros de canales.

"Las soluciones no se pueden afrontar a golpe de inversión pública", señaló la ministra. "No se puede hacer un Plan Hidrológico Nacional basado exclusivamente en obra pública, en más presas o más trasvases". En lugar de eso, su apuesta es reciclar aguas residuales, fomentar el ahorro del líquido y mejorar la eficacia en su utilización.

Aunque Tocino habló de acercar el coste a los consumidores finales", aclaró luego: "No soy yo quien dice si se sube o no se sube el precio del agua". La ministra de Medio Ambiente cree, sin embargo, que el precio del agua es actualmente demasiado bajo, y considera "lógico" que los ayuntamientos repercutan su coste a los usuarios.

El llamado "mercado del agua" es otra de las innovaciones -inspirada ésta en la experiencia californiana- con que Isabel Tocino intentará desincentivar el consumo hídrico.

Dinero por agua

La idea es que los usuarios que tienen una concesión para usos industriales o de regadío puedan optar por vender su agua a otro regante o empresario, ya sea directamente o a través de un "banco de agua". Según Tocino, el precedente californiano demuestra que la mera posibilidad de obtener dinero a cambio de agua conduce automáticamente a un gran ahorro de consumo.A los trasvases sólo se debe acudir como último recurso, según la ministra, que recalcó que, antes de reclamar agua a una cuenca excedentaria, la comunidad receptora deberá demostrar que es deficitaria. tras incluir sus fuentes alternativas y no convencionales en el cálculo.

Tocino se propone que las confederaciones hidrográficas puedan llegar a autofinanciarse, sin recurrir a los Presupuestos Generales del Estado. En teoría, estas confederaciones tienen capacidad recaudatoria para cobrar cánones y tasas, pero en la práctica el procedimiento administrativo es tan complejo -y susceptible de recursos - que las garantías de cobrar son escasas. La ministra confía en que una pequeña reforma legal solucione este problema.

A medio plazo, las propias confederaciones deberían ser capaces de financiar su propia obra hidráulica. "No obras tan aparatosas como embalses o trasvases", aclaró Tocino, "sino de encauzamiento, canalización y otras labores calladas pero eficaces".

Sobre los proyectos ya en curso, el Ministerio de Medio Ambiente seguirá una política de continuidad. "Todo lo que está ya elaborado, bienvenido sea", dijo Tocino. "La presa de Itoiz se va a continuar, porque es un requisito para el abastecimiento en Navarra". La ministra recordó que la Unión Europea dictaminó que Itoiz cumplía la normativa ambiental, aunque admitió que serán necesarias algunas modificaciones legislativas.