Irak comunica a la ONU su retirada de Arbil, pero prolonga su ofensiva por el sur del Kurdistan

Bagdad prometió el sábado retirarse pronto del recién, invadido norte del país. Ayer comunicó oficialmente a la ONU que sus tropas habían recibido la orden de retirada. Un portavoz del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), Husamedin Mohamed, circunstancial aliado de Sadam Husein, dijo que los soldados iraquíes habían comenzado a abandonar Arbil, la principal ciudad kurda al norte del Paralelo 36, desde donde se extiende la zona de exclusión decretada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido tras la guerra del Golfo. Sin embargo, los ataques iraquíes se extendieron a Bustaneh y Kifri, cerca de Arbil, y hacia Suleimaniya, al sur del Paralelo 36, segunda ciudad en importancia del Kurdistán.

El viceprimer ministro de Irak, Tareq Aziz, informó ayer a las Naciones Unidas de que las tropas iraquíes habían recibido instrucciones para retirarse de las áreas kurdas que habían tomado bajo su control al norte del país. El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, confirmó en una declaración que Aziz le había telefoneado para informarle de que la ciudad de Arbil estaba "en calma" y de que "las tropas iraquíes recibieron instrucciones para retirarse de la región".El Gobierno de Irán, que acusa a EE UU de haber consentido la operación iraquí, anunció por su parte la ocupación de Suleimaniya por el Ejército de Sadam Husein, pero la noticia fue desmentida. Jalal Talabani, líder de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), rival del PDK, aseguró ayer por teléfono a Radio Francia Internacional que "hay áreas a 15 kilómetros de la ciudad" que son bombardeadas, aunque "no la ciudad en sí mísina". Talabani espera que Sadan Husein y Masud Barzani, líder del PDK, intenten atacar Suleimaniya, "pero será muy difícil para ellos" el capturarla. "No es como Arbil, que estaba rodeada de iraquíes". Talabani denunció, además, que el Ejército de Irak utilizó ayer aviones al norte del Paralelo 36 para dar apoyo aéreo a sus tropas en tierra.

Los hombres de Sadam Husein y sus aliados kurdos eliminaron ayer los últimos focos de resistencia en Arbil. Fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la zona dijeron que la ciudad se encuentra bajo control absoluto de Bagdad, aunque luego comenzó a hablarse de retirada, quizás parcial. La oposición a Sadam Husein en el exterior denunció ayer desde Estambul la ejecución sumaria de 96 desertores en la localidad de Quslitapa, a 22 kilómetros al sur de Arbil, delante de los habitantes del pueblo. Esta ejecución también ha sido confirmada por los hombres de Talabani.

Los temores de una ofensiva iraquí contra Suleimaniya, ciudad que a diferencia de Arbil no está dentro de la zona de exclusión, aumentaron ayer a raíz de los informes de que era bombardeada. Talabani declaró que el Ejército de Husein ha comenzado a desplazar sus tropas, apoyadas pos carros de combate, hacia el norte. Tres aldeas cercanas a Suleimaniya han sido atacadas.

Satélites vigías

Él Gobierno de Bagdad negó ayer el bombardeo de Suleimaniya. Occidente le da la razón. Ninguna de las- misiones de reconocimiento- de la aviación aliada ha detectado combates y, que se sepa, las cámaras de los satélites espía que controlan virtualmente cada metro cuadrado de Irak no han registrado desplazamientos significativos de tropas en la zona. "Sulemnaniya está en calma", anunció escuetamente la agencia oficial de noticias, INA, al igual que otras fuentes de la ONU.Lo que Irak está dispuesto a mantener es el estridente volumen en su retórica antinorteamericana y sus advertencias a Irán, al que Bagdad acusó nuevamente de despachar una pequeña fuerza militar hacia la zona fronteriza de Chemchemal para apoyar a los guerrilleros de la UPK.

"El pueblo iraquí está preparado para dar una lección que inevitablemente recordará a Estados Unidos el. complejo de Vietnarn", advertía en un editorial de primera página el diario Yumhurya. Al-Qadisiya, el órgano oficial de las Fuerzas Armadas, acusó directamente a Estados Unidos y Reino Unido, que, junto con Francia, mantienen desde 1991 la zona de exclusión aérea y terrestre, de instigar las luchas internas entre los kurdos y crear "un infierno" con pretextos humanitarios.

Bagdad sostuvo desde un principio que la imposición de las zonas de exclusión -una al norte del Paralelo 36 para proteger a los kurdos y otra al sur del Paralelo 32 para proteger a los rebeldes shiíes, apoyados por Irán violan flagrantemente la soberanía iraquí y enmascaran proyectos para el desmembramiento de Irak.

Bagdad está empeñada en demostrar que su acción en favor del PDK de Masud Barzani responde sólo a la necesidad de frenar la influencia iraní en las montañas del Kurdistán histórico.