El Rey pide a todas las fuerzas políticas y a la sociedad que se unan frente al terrorismo

El Rey dio ayer su pleno apoyo al mensaje gubernamental de que habrá que apretarse el cinturón, para conseguir que España ingrese a tiempo en la unión monetaria. Don Juan Carlos pidió a todos los españoles "un esfuerzo considerable" y "generosidad" para empujar la economía y sobrellevar las restricciones que, "con toda seguridad, conllevarán los Presupuestos de 1997". En igual sintonía con el Gobierno, abogó por que el terrorismo acabe relegado al puesto de "un macabro recuerdo". El Monarca hizo esos comentarios al inicio del Consejo de Ministros deliberante que presidió ayer en La Zarzuela.

La de ayer era la primera ocasión en que el Rey presidía una reunión del Gobierno del Partido Popular, surgido de las elecciones del pasado 3 de marzo. La fecha elegida fue la del comienzo del nuevo curso político, probablemente con el deseo de que las estrategias del Gobierno para alcanzar objetivos que afectan a España y a su futuro, quedaran investidas del respaldo del Rey. Y don Juan Carlos resaltó la trascendencia de cumplir, a finales de 1997, los requisitos para que España forme parte de la Unión Económica y Monetaria.Para ayudar en esa tarea, pidió comprensión para las restricciones que puedan entrañar los nuevos Presupuestos del Estado, que el Gobierno llevará al Parlamento a finales de septiembre. En sus palabras iniciales, el Monarca indicó que "los. objetivos que, a plazo fijo, España, desea alcanzar en el seno de la Unión Europea exigirán decisiones importantes por parte del Gobierno y un esfuerzo considerable de todos los ciudadanos".

Un esfuerzo, subrayó, que merece la pena y la participación de toda la sociedad. "Son objetivos ambiciosos que requieren, junto a un planteamiento riguroso, generosidad y altura de miras. La magnitud de lo que está en juego debe servir de estímulo a todos los sectores para unir nuestras fuerzas y lograr los resultados esperados", dijo.

El otro gran problema citado por el Rey en su intervención ante todo el Gabinete fue el del terrorismo. Y lo hizo en términos que, en algún aspecto, podrían recordar tesis defendidas recientemente por el presidente del Gobierno, José María Aznar. Don Juan Carlos señaló que "se han dado pasos importantes en el combate contra el terrorismo, aunque su dialéctica de muerte sigue desgraciadamente viva".

"No tengo ninguna duda", añadió, "de que con los recursos que nos proporciona el ordena miento jurídico democrático, la unión de todas las fuerzas políticas y el compromiso de toda la sociedad, unidos a la política firme y serena del Gobierno y a la acción eficaz de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad acabarán relegando al puesto que les corresponde a nuestra vida nacional, el de un macabro recuerdo, a quienes, temerosos de la libertad, sólo saben responder a las ideas con la fuerza y a la razón con el fanatismo".

El pasado lunes, en una cena con militantes del PP en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), Aznar había vuelto a defender que sea la Justicia la que se encargue de saldar las cuentas del pasado -entre las que ahora resurgen las relacionadas con los GAL-, porque al Gobierno lo que le corresponde es ocuparse del futuro. Un comentario relacionado, en parte, con la negativa del Gabinete a desclasificar como secretos documentos del Cesid sobre los GAL, que le habían solicitado varios jueces que investigan acciones terroristas de esos grupos ya desaparecidos.

En su intervención de ayer ante el Rey, Aznar lo que destacó fue la recuperación de la normalidad y de la tranquilidad en la vida política, y los datos que, en su opinión, permiten mirar con optimismo la mejoría de la situación económica. El presidente del Gobierno expuso ante don Juan Carlos un informe sobre los proyectos inmediatos del Gobierno y la situación en que se encuentran los principales problemas.

La reunión de ayer, que comenzó a las 10.30 y terminó alrededor de las 13.30, tuvo carácter deliberante, por lo que el Consejo de Ministros no tomó acuerdos. Las próximas decisiones las tornará el viernes, en una sesión que estará dirigida por el vicepresidente Primero, Francisco Álvarez Cascos, ya que el presidente se encontrará de viaje por América Central. Aznar tiene previsto desplazarse el martes a la República Dominicana, y desde allí a México. Viajes que, según han manifestado públicamente sus colaboradores, no persiguen un objetivo específico sino mejorar las relaciones bilaterales con esos países.

En los últimos días, Aznar ha mantenido reuniones con los dos vicepresidentes, Álvarez Cascos y Rodrigo Rato, así como con varios ministros para poner en marcha la maquinaria política. La semana próxima quedará ya reanudada la actividad parlamentaria, con lo que los grupos políticos podrán ejercer a pleno rendimiento su labor de control del Gobierno. El Gabinete aprobará, casi con toda seguridad, en su reunión del viernes la ley que regulará la actuación del Cesid.