Hacienda quiere reducir a 10 los tramos del IRPF para facilitar la cesión a las autonomías

La simplificación de la actual tarifa del impuesto sobre la renta facilitaría la cesión del 30% a las comunidades autónomas. Por ello, el Ministerio de Hacienda estudia reducir los 18 tramos actuales a 10, aunque sin variar en esencia la estructura del impuesto y, por tanto, la recaudación. El documento enviado por el Gobierno a las comunidades autónomas con la propuesta del nuevo modelo de financiación, autonómica 1997-2001 plantea que las comunidades puedan fijar las deducciones del IRPF sólo sobre una parte de las estatales (un 15% en un primer momento). El Gobierno apunta también que las transferencias a las comunidades aumenten al ritmo del IPC, es decir, menos que ahora.

Las comunidades autónomas tienen de plazo hasta el próximo 3 de septiembre para presentar sus observaciones al documento presentado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de julio pasado, aunque ya hay reuniones bilaterales. Para el próximo día 9 está prevista una primera reunión de trabajo general preparatoria del Consejo del día 16 donde ya deberían adoptarse las decisiones a incluir en los Presupuestos del año que viene. El nuevo modelo de financiación autonómica que resulte es clave para que CiU mantenga su apoyo parlamentario al Gobierno.El documento detalla el marco general de la propuesta de un IRPF Estado-autonomías. En un primer momento, la cesión con capacidad normativa, es decir, con la posibilidad de que las autonomías fijen sus propios tipos del impuesto sobre la renta, se aplicará sólo sobre un 15% de la tarifa general. Otro 15% se percibirá por la vía actual de participación en la cuota del impuesto (sin capacidad normativa), vigente desde 1994. A medida que todas las autonomías asuman transferencias en Educación, este último 15% se asimilará al primero, de forma queja capacidad normativa afectará ya al 30% del IRPF.

Para simplificar el proceso, Hacienda estudia reducir a 10 los actuales 18 tramos de la tarifa del impuesto sobre la renta. No se trata, de momento, de la promesa electoral del PP de gran, reforma fiscal -reducción a tres tramos con un tipo máximo del 40% frente al 56% actual-, aunque sí podría establecerse una reducción simbólica del tipo máximo, con un impacto recaudatorio global mínimo. El achatamiento de la tarifa persigue, sobre todo, que la aplicación del nuevo modelo de cesión del IRPF no sea tan complicada desde el punto de vista de la gestión del impuesto y de los contribuyentes

Evolución según el IPC

El nuevo modelo de financiación autonómica esta pensado para que no aumenten las transferencias del Estado a las comunidades autónomas en el año de partida (1996) más de lo que lo harían por el sistema vigente hasta ahora. Es decir, todo lo que reciban las autonomías por la vía de su participación en el impuesto sobre la renta (cálculo teórico) se resta de la financiación global qué perciben del Estado.Según los cálculos para 1996 (ver cuadro), una comunidad como Cataluña se financiaría así: El total de recursos asciende a 605.375 millones de pesetas. De ellos, casi 180.000 millones provienen de los tributos cedidos (sucesiones, patrimonio ... ), casi 12.000 de las tasas, 184.384 del 15% del IRPF compartido (nuevo), una cantidad igual por el 15% en cuota (vigente) , más otros 45.000 millones.

A partir del año base la financiación se desdobla. La parte que corresponde a transferencias del Estado evoluciona de una forma y la que se fija en función del 30% del IRPF (15% compartido y 15% en cuota en un primer momento) varía según la recaudación en cada autonomía, sin topes.

Para determinar cada año la financiación por transferencias del Estado (la parte que se rige por, reglas comunes), el documento del Gobierno señala que no se van a variar los criterios de reparto actuales. Es decir, seguirá ponderando igual la población y la superficie, entre otras variables, a la hora de de terminar cuánto dinero le corresponde a cada comunidad. El aumento de esta partida cada año, que ahora se liga al PIB nominal (crecimiento eco nómico más inflación), podría aumentar según el IPC, es decir, bastante por debajo.

La evolución de la recaudación del IRPF seguirá sus propias reglas, aunque la estimación del Ministerio de Hacienda es que crecerá por debajo del PIB nominal en los próximos ejercicios, tal como viene sucediendo desde 1993. Las ganancias. O pérdidas de unas autonomías frente a otras dependerán mucho de qué porcentaje de sus recursos provenga de una vía u otra (transferencias e IRPF) y de la evolución que sigan ambas. En los últimos años, las llamadas autonomías pobres han aumentado relativamente más su recaudación del IRPF que las ricas.

Además de fijar los tipos para el 30% de la tarifa del IRPF (15% en un primer momento), las autonomías podrán establecer sus propias deducciones. La propuesta del Gobierno es que el Estado se reserva las que se aplican sobre inversiones empresariales, dividendos, incremento del valor de los terrenos urbanos, doble imposición internacional y rentas obtenidas en Ceuta y Melilla. También las que, con carácter general se aplican en la base imponible (planes de pensiones, intereses por compra de vivienda, pensiones por alimentos ... ). Las autonomías podrán sólo modificar las que se deducen de la cuota (familiares, gastos de enfermedad, seguros, inversión en vivienda ... ) pero en un 15% (30% al final del periodo) de las estatales.