Enresa ha gastado ya 100.000 millones en gestionar la basura radiactiva

Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos) ha invertido ya 100.000 millones de pesetas en gestionar la basura radiactiva en los doce años transcurridos desde su creación, según declaró ayer Alejandro Pina, presidente de la empresa, en Santander, en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). 2.000 millones anuales van a parar al cementerio de residuos de baja radiactividad de El Cabril, situado en Córdoba; gran parte del resto ha sido destinado a investigaciones de cara al almacenamiento geológico profundo (el polémico cementerio nuclear). Sin embargo, Pina ha decidido ahora aplazar esta costosa instalación, que en principio estaba pensada para el año 2020 y cuyo precio rondaría el medio billón.

Pina desveló ayer los planes de Enresa para esta basura procedente de las nueve centrales nucleares españolas y que mantiene su peligrosidad durante miles de años: en el 2010 habrá que comenzar a construir el almacenamiento temporal centralizado -no subterráneo, sino en superficie- que albergará los residuos que ahora se guardan en las piscinas de las centrales nucleares; en el 2013 tendría que estar lista esta instalación. Sobre el cementerio nuclear definitivo, Pina dio ayer en rueda de prensa la fecha del 2043 para su puesta de largo, aunque en privado sigue defendiendo que no será necesario.

Sobre la sentencia que declaraba ilegal El Cabril, Pina destacó que está recurrida ante el Supremo y que, por tanto, "no ha cambiado absolutamente nada en la gestión" de esta instalación, que considera modélica.