Un congreso mundial aspira a romper el silencio sobre complicidades en la explotación sexual de los menores

Cientos de organizaciones de defensa de los niños, y organismos oficiales encargados, se reúnen a partir de mañana en el I Congreso Mundial sobre la Explotación Sexual de los Menores, con el objetivo de romper el silencio y sacar a la luz las complicidades que provocan que al menos un millón de niños -según cifras de Naciones Unidas- caigan al año en las redes de las mafias que controlan ese mercado. [El tema ha cobrado recientemente gran eco en los países desarrollados, tras el descubrimiento del asesinato de dos niñas en Bélgica.] Los ejes principales del congreso son la prostitución infantil, el tráfico de menores con fines sexuales -secuestros, venta, falsas adopciones, desapariciones...- y la pornografía infantil.Los organizadores del congreso confían en denunciar los mecanismos de los explotadores -proxenetas, intermediarios, sex-shops, productores de vídeos, revistas especializadas- y en potenciar una mayor eficacia y dureza de las legislaciones. En ese sentido, se aspira a adoptar un plan internacional de acción, desarrollando la cooperación entre los diversos Estados, las ONG y la Interpol. La idea es revitalizar también los instrumentos legales existentes internacionalmente, como la Convención de los Derechos del Niño aprobada en 1989 por Naciones Unidas y ratificada por un centenar de países. Otro objetivo es frenar la extensión en Internet de vídeos e informaciones para uso de pedófilos.

El turismo sexual se ve como una amenaza clave. Según un informe de la ECPAT (Acabar con la Prostitución Infantil en el Turismo de Asia, una organización con sede en 26 países), aunque, las detenciones de turistas pederastas escasean, el 25% de, las que se produjeron en Filipinas y Tailandia fueron de estadounidenses, el 18% alemanes, el 14% australianos, el 12% británicos y el 6% franceses.

La explotación sexual infantil alcanza niveles enormes en el Tercer Mundo, porque está ligada a la extrema miseria, pero según la Unicef, entre 90.000 y 300.000 menores estarían en la prostitución en EE UU.