Patrulleras marroquíes apresan dos congeladores gallegos por pescar cefalópodos sin suficiente talla
Los congeladores gallegos Silvia y Mar Altea 3 se encuentran retenidos en los puertos marroquíes de Dajla y El Aaiún, respectivamente, después de que patrulleras de la misma nacionalidad los apresaran por pescar cefalópodos de tallas no reglamentarias, aunque ayer se ignoraba la acusación oficial que pesa contra ellos.El Mar Altea 3, con base en Vigo, pertenece a la Pesquera Galmar, y el Silvia, con base en Las Palmas, a Sorcopesca. Este segundo buque llevaba menos de un mes faenando en el caladero canario-sahariano y, según fuentes próximas a la casa armadora, fue apresado cuando capturaba pulpo. La talla mínima que se puede pescar de esta especie es de 300 gramos la pieza.
Hasta ahora el último apresamiento marroquí conocido oficialmente era el del pesquero Marbantri II, con base en Isla Cristina (Huelva). Fue puesto en libertad el pasado día 14, tres días después de su apresamiento, tras abonar una multa de dos millones de pesetas.
José Antonio Fontán, presidente de Anacef, la Asociación Nacional de Buques Congeladores de Cefalópodos, señaló ayer en Vigo que estos apresamientos "no son significativos de nada. Es imposible evitar", añadió, "que entre los más de 120 barcos que faenan actualmente en esos caladeros se produzcan cinco o seis detenciones al año por diferencias en el volumen de captura, que pueden ser del 1%, o por un milímetro en el tamaño de malla".
Fontán se entrevistará hoy en Agadir con responsables marroquíes de la comisión de sanciones para conocer en detalle los cargos y la situación de ambos buques, aunque ya adelantó que el trato que estaban recibiendo sus tripulaciones era "exquisito, como siempre".Las autoridades marroquíes han intensificado las inspecciones sobre la flota española en el banco canario-sahariano desde que se firmó el último acuerdo, hace casi un año, entre la Unión Europea y Marruecos, aduciendo la necesidad de que las capturas respondan a lo establecido en él. Actualmente faenan en ese caladero 112 buques congeladores, de los 123 que podían hacerlo antes de renovarse el acuerdo con Marruecos. Con un promedio de 18 tripulantes por barco, la mayoría gallegos, todos estos buques deberán abandonar los caladeros el próximo día 31 por comenzar el paro biológico.
