'El brujo' lamenta el "papanatismo" de la crítica y el público teatral

Tras más de dos años de rodar por el mundo interpretando el monólogo La sombra del Tenorio, el actor Rafael Álvarez, El brujo, ha concluido que el público español acude al teatro con una actitud "inhibida y estereotipada", en la que las reglas del juego de la ceremonia social se imponen al hecho escénico. El actor achaca esa disposición al "papanatismo intelectual de la crítica especializada, de los medios de comunicación y, sobre todo, del público entendido".En Argentina, cuenta El brujo, el espectador es más inocente y entusiasta, y no ha perdido la frescura y la vida, la "sinvergonzonería" y la capacidad burlesca que, según él, son imprescindibles para enfrentarse a la escena. También las audiencias de los pueblos pequeños le parecen al actor más sinceras y entregadas.

El brujo presentó ayer en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander La sombra del Tenorio, la obra de José Luis Alonso de Santos en la que un viejo cómico moribundo, que ha pasado su vida interpretando el papel del criado de Don Juan, personifica al fin al caballero ante una audiencia imaginaria.