Una marea humana se afana por huir del infierno

Los combates que se libran desde hace ocho días en Grozni, la capital chechena, han provocado una marea de refugiados que huyen despavoridos entre las bombas de mortero y los disparos que continuaron durante todo el día. ayer. A pesar de que un comunicado del Ejército aseguró el lunes que las tropas federales habían suspendido los ataques aéreos, helicópteros artillados bombardearon posiciones cercarías a donde mujeres y niños trataban de cruzar un río. "Por favor, ¡díganles que abran un corredor humanitario! Hay miles de personas atrapadas allí", suplicaba Ruisa Sukhanova, una vecina de Grozni, mientras intentaba escapar a través de un puente ferroviario.Los aviones federales sobrevolaban entretanto un suburbio del sur de la capital secesionista y el cielo se cubría de una enorme nube negra cuando una bomba alcanzaba un depósito de petróleo. "Ése es vuestro alto el fuego", gritaba otra mujer.

Representantes de las autoridades chechenas prorrusas acusaron al Ejército de disparar contra los civiles y de impedir la salida de miles de ellos de Grozni, una ciudad que tenía 400.000 habitantes antes de que Moscú enviara a sus soldados para aplastar los intentos independentistas de la república norcaucásica en 1994. Más de 30.000 personas han muerto hasta ahora en la campaña militar rusa contra los separatistas chechenos y miles podrían haber perecido en los últimos combates.

"Decenas de miles de personas están atrapadas a las afueras de Grozni sin alimentos y con una catastrófica falta de medicinas", según un comunicado de la misión chechena en Moscú. Expertos europeos afirman que más de 100.000 chechenos necesitan alimentos y la mitad de su población (1,2 millones de habitantes) requiere asistencia sanitaria.

En un hospital de Urus Martan, al sur de Grozni, los médicos operan a ritmo frenético para curar heridos sin anestesia. "Trabajamos en condiciones lamentables. Hemos tenido que hacer llamamientos a través de la televisión para que la gente que tenga, traiga medicinas y alimentos", declaró el jefe del centro, Ruslan Visaligov.

Según el portavoz de los rebeldes, MovIadi Udugov, los secesionistas controlan entre el 75% y el 85% de Grozni y otras dos importantes ciudades, Gudermés y Argún.

Muchos guerrilleros excluyen abandonar Grozni. Uno de ellos, Akhmed, de 32 años, dice: "¿,Abandonar? Jamás. Ahora que hemos tomado la ciudad, no vamos a ceder". "Lo sentimos por los refugiados, pero la mayor parte de los civiles se han marchado. Mantendremos en nuestro poder Grozni", añade.