Sos, ayúdennos, llega el NPG
El Nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (NPG) aparece en un contexto que afecta a la propia credibilidad del Ayuntamiento.La vieja aspiración de todo plan general de alcanzar unas dosis importantes de flexibilidad, evitando rigideces innecesarias que dificulten la puesta en funcionamiento de mecanismos autocorrectores, se traduce en el NPG en una muestra clara de planeamiento débil, confuso y ambiguo (que dice y propone todo para que después un desarrollo gerencial, que se sitúa por encima, ejecute sólo aquello que considere más conveniente para el "crecimiento económico"). Así, el autoproclamado "planeamiento flexible" no pasa el umbral del eufemismo.
El Nuevo Plan General olvida incorporar mecanismos de compatibilización con el planearniento general de los municipios limítrofes. La ciudad es vista por el plan como una isla rodeada de territorio vacío. Existe una gran falta de credibilidad del Ayuntamiento madrileño, fruto de una gestión marcada por la escisión permanente entre propuestas realizadas y realizaciones efectivas.
Del Plan General de 1985 se desprendía una propuesta con parámetros de austeridad en el crecimiento y una dotación de infraestructuras acorde. Una lectura perversa de aquel documento pudo sobrentender que de él se deducía una congelación del crecimiento, cuando se proponía que la ciudad debía crecer lo necesario para completarse.
El nuevo Plan, por su parte, evoca un modelo territorial influido, en el plano cultural, por los valores posmodernos (crisis de ideologías y de las estrategias de alcance); en el económico, por el posfordismo (difusión de la producción y concentración del poder financiero y económico en las ciudades globales); y en lo ecológico, por el desarrollismo, apostando por un crecimiento de la ciudad insostenible desde el punto de vista medioambiental.
Varias son las grandes líneas maestras diseñadas por los ideológos del nuevo plan. Citemos algunas de ellas:
a) Urbanización del conjunto del término municipal, calificando suelo para la construcción de 307.140 nuevas viviendas. El Nuevo Plan General se configura como, la mayor operación especulativa que ha conocido la ciudad de Madrid a lo largo de su historia.
b) "Facilitar la movilidad" de los vehículos privados mediante la potenciación del modelo radiocéntrico actualmente imperante, de alto impacto medioambiental, en dos direcciones:
b. 1. Diseño de nuevas vías radiales de penetración desde la periferia al centro de la ciudad: la nueva autopista de Guadalajara, la variante sur de la autovía de Aragón, los nuevos accesos a Barajas, la avenida de Entrevías, la alternativa a la N-V, la prolongación norte de la Castellana...
b.2. Nuevas vías de circunvalación (el distribuidor suroriental, denominado M-45, que conecta la auto vía de Andalucía, con la de Aragón; la Gran Vía urbana del Sureste -M-47,5-1 la M-50 ...
c) Grandes operaciones urbanas, dibujadas sobre el papel pero intemporales y de viabilidad económica incierta: ampliación de Barajas, prolongación de la Castellana, operación Campamento...
d) Agresión sin precedentes a la industria, con la virtual voladura controlada de toda la zona de Méndez Álvaro. El Ayuntamiento apuesta por expulsar la actividad industrial del municipio.
El gobierno municipal del PP ha mostrado su cara mas insolvente en este asunto. Hasta la fecha se ha realizado una inversión del orden de los 5.000 millones de pesetas. Hubo un primer documento (Avance) y un segundo (Aprobación inicial del Plan General). En relación con éste documento, IU presentó una en mienda a la totalidad y 823 enmiendas parciales. No han contestado. No nos han dicho ni buenos días.
En realidad, nunca ha existido una propuesta objetiva, cierta, visible, identificable, sino un mare magnum de 35.000 folios y 4.000 planos, técnicamente inmanejables. No es que el PP juegue a confundir (que lo hace), es que además no controla su propuesta. Si no fuese porque soy un tipo muy duro, acabaría este artículo pidiendo socorro. Aunque, por otra parte, tengo una solución: lo pongo en el titular.
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