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Bossi dice que el espionaje italiano organizó un compló para desacreditarle

El líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, llamó ayer fascista al presidente italiano, Oscar Luigi Scalfaro, y acusé a los servicios secretos italianos de organizar un compló para desacreditar a su organización política. Sin embargo, más tarde, aunque no se retractó, admitió que tal vez su acusación estaba basada en informaciones falsas. "Puede ser que se trate de un documento falso. Un periodista dio un vistazo al documento que me acaba de llegar y estaba verificando e, incautamente, lo cogió y lo lanzó", dijo anoche el político.Bossi había hecho horas antes unas incendiarias declaraciones en las que aseguró que el SISMI (servicio secreto militar) había proyectado volar con explosivo de plástico la sede de un banco del norte para atribuir el atentado a la Liga. Con sus afirmaciones echaba más leña al fuego con el que, en los últimos días, prepara la declaración de independencia de la Padania prevista para el 15 de septiembre.

El líder de la Liga había enseñado un documento, del que no daba fecha, con las declaraciones hechas al comité parlamentario de control de los servicios secretos por un coronel apellidado Ciera, del departamento D del SISMI, quien aseguraba que esta organización había programado tres operaciones contra el movimiento de Bossi, llamadas en código Venganza lombarda, Tríptico y Rubicón. Una de ellas incluiría el atentado contra un banco de una ciudad del norte.

Los servicios militares, junto con los americanos -siempre según el documento de Bossi y las declaraciones de Ciera- habían llegado a infiltrar agentes en la Liga, pero algunos se habrían pasado a la fe de Bossi.

"Una arribista"

Bossi repetía que la ex presidenta de la Cámara, Irene Pivetti, de la que 24 horas antes había dicho que pensaba devolverla muerta al Vaticano, era "una arribista" que "trabajaba desde hace dos años por cuenta de los curas". Y añadía: "Ni el Vaticano ni el Papa pueden poner en discusión la independencia de la Padania. Se puede tratar sobre todo con el Vaticano, pero no sobre este principio sacrosanto"El ministro de Defensa, Beniamino Andreatta, se apresuró, a rebatir las afirmaciones de Bossi invitándole a demostrar los argumentos de su denuncia y dijo que, después de llevar a cabo una investigación entre su departamento y el SISMI, podía asegurar que no existe ningún coronel Ciera que haya trabajado en los servicios secretos militares, en los que no existen departamentos D.

Por su parte, Irene Pivetti desafió de nuevo la prohibición de Bossi de visitar sedes de su movimiento o hablar en mítines con un comicio el sábado por la noche en Porto Santo Stefano. Después, comentó sobre el in crescendo de Bossi: "Ésta escalada de tonos me trae a la cabeza a esas señoras de una cierta edad, que, para seguir impresionando a los jovenzuelos, se maquillan en exceso. Se le va la mano".

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