El Banco de España cifra en 1,9% el crecimiento del segundo trimestre y cree superada la desaceleración
La economía española creció un 1,9% entre abril y junio de este año. Esta tasa, tan débil como la registrada en el trimestre justo anterior, marca, sin embargo, el final de la desaceleración iniciada en la segunda mitad de 1995. En el último informe de coyuntura del Banco de España se destacan varias razones para dar por superado este bache: el consumo privado se recupera, las exportaciones recobran su dinamismo, la agricultura y los servicios crecen con fuerza y la desaceleración de la industria ha tocado suelo. Sólo el crecimiento de los salarios, según el Banco, empaña las buenas expectativas.
La mayoría de los analistas y organizaciones internacionales vienen anunciando que la desaceleracion en Europa quedaría superada en el segundo semestre. Si bien hay países que, como Francia, siguen sin recuperarse, en el caso de España hay datos e indicadores que respaldan esta previsión. El Banco de España calcula que el crecimiento en el segundo trimestre del año "no se aparta significativamente del 1,9% avanzado en el primer trimestre", pero representa tocar fondo en la reciente fase de ralentización. Además, las tasas de los dos primeros trimestres son moderadas, añade el banco central, porque se comparan con los mismos periodos de 1995, en los que el crecimiento económico "era particularmente elevado": fue del 3,4% entre enero y marzo y del 3% entre abril y junio.Por actividades o ramas productivas, el banco central destaca el tirón de la agricultura y la evolución más estable de los servicios, mientras que la desaceleración de la industria "ha tocado suelo", asegura, y la que registra la construcción, aunque, prosigue, "es de menor intensidad".
También la caída de la demanda nacional parece haberse atenuado en el segundo trimestre gracias, añade el Banco, "al crecimiento sostenido del consumo privado y de la menor desaceleración de la formación bruta de capital". El consumo público, por su parte, sigue bajo mínimos, con un crecimiento del 0,3% entre abril y junio. El gasto de las familias se ha recuperado por el descenso de los tipos de interés, tanto a corto como a largo plazo, registrado en ese periodo.
Mientras, la confianza de los consumidores en el segundo trimestre, contra lo defendido por el Gobierno del PP desde su llegada al poder en marzo, "apenas ha variado con respecto al trimestre anterior". El Banco de España destaca que el nivel de incertidumbre de los agentes sigue siendo elevado, "a pesar de la reducción tanto del paro como de la tasa de temporalidad laboral". Los consumidores prefieren mantenerse prudentes hasta conocer los efectos que tendrán en sus rentas, añade, el ajuste presupuestario y la moderación salarial anunciados para 1997.
La mayor firmeza del consumo y la recuperación de la demanda exterior han permitido frenar la desaceleración que viene registrado. la inversión desde finales de 1995. La autoridad monetaria destaca que la inversión en bienes de equipo ha dejado de disminuir y ha estabilizado su crecimiento en torno al 6%. La inversión en construcción, sin embargo, ha retrocedido prácticamente a cero.
El Banco de España confía en que la mejora del panorama económico interno y externo y el mantenimiento de altas tasas de rentabilidad en las compañías impulsen la inversión empresarial. Los expertos del banco central instan a los agentes sociales a controlar los costes empresariales para mantener la competitividad en el exterior, por una parte, y avanzar en la desaceleración de los precios sin perjudicar las tasas de rentabilidad, por otra.
En este sentido, la autoridad monetaria califica de "preocupante el rebrote que se aprecia en el crecimiento de los costes unitarios del trabajo en lo que va de año". Atribuye este repunte no sólo al bajo aumento de la productividad sino también al repunte de los salarios negociados. Critica el hecho de que la mejora en las expectativas inflacionistas no se está incorporando plenamente al comportamiento de los salarios nominales". Igualmente, el Banco cree que el aumento de los salarios reales no "se corresponde con las altas tasas de desempleo que mantiene la economía".
Mientras en los servicios se mantiene la moderación salarial, en la industria el aumento es cada vez más marcado. En los convenios firmados en el segundo trimestre, el incremento salarial pactado es del 4% frente al 3,5% de objetivo de inflación para el año. Además, la autoridad monetaria destaca que se está registrando un progresivo repunte de los salarios en términos de "hora trabajada", que crecieron el 5,6% en los tres primeros meses. Además, insiste en flexibilizar el mercado laboral.
La presión de los costes laborales se está viendo compensada por el buen comportamiento de los precios de importación. Pero el Banco de España teme el impacto que ésta pueda tener en el IPC en los próximos meses, decisivos para acceder a la moneda única.
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