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Clinton justifica la firma de la ley de sanciones a Libia e Irán como un acto contra el terrorismo

Antonio Caño

El presidente BilI Clinton pidió ayer a los demás países del mundo "no hablar, sino actuar" en contra del terrorismo, al que se refirió como "el enemigo de esta era". Clinton, que firmó ayer la ley que prevé represalias comerciales contra los países que inviertan en las industrias petroleras de Irán y Libia, anuncié que, a pesar de las protestas de los Gobiernos europeos, "EE UU no renunciará a hacer lo que cree que es correcto", en contra de las naciones a las que Washington considera patrocinadores del terrorismo internacional. EE UU encuentra más difícil poner coto al terrorismo interior.

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En su discurso, pronunciado poco después de la firma de la ley, Bill Clinton reconoció su decepción por las trabas que el Congreso le ha puesto para comabatir el terrorismo interior, que es el que mayor presencia ha tenido en EE UU en estos meses.El presidente norteamericano explicó que la ley contra Libia e Irán era necesaria porque "no se puede hacer negocios durante el día con quienes matan a tu gente por la noche". Clinton calificó a esos dos países como "dos de los más peligrosos promotores del terrorismo en el mundo", y pidió a los aliados norteamericanos que se sumen a los esfuerzos de Washington para aislar económicamente a esas dos naciones. "Esta ley ayudará a privar a esos países del dinero que necesitan para financiar el terrorismo internacional", dijo Clinton.

La ley firmada ayer le da al presidente la posibilidad de elegir dos de una lista de seis sanciones comerciales contra las empresas que inviertan más de 40 millones de dólares al año en negocios petroleros en Irán y Libia, O bien violen el embargo establecido por la ONU contra Libia. Las sanciones están dirigidas, básicamente, a impedir o dificultar que los inversores en Libia e Irán hagan al mismo tiempo negocios en Estados Unidos.

Los países europeos, Japón, Canadá y México, que ya habían conseguido el mes pasado que, el presidente Clinton retrasase la aplicación de la Ley Helms-Burton sobre el embargo a Cuba, consideran que también la ley firmada ayer perjudica sus intereses comerciales. Esto mismo opina el grueso de la comunidad de empresarios norteamericanos vinculados a Oriente Próximo.

Clinton manifestó que, pese a las discrepancias con otros países, EE UU debe mantener el liderazgo "para derrotar a las fuerzas del terror y la destrucción". El presidente afirmó que la lucha contra el terrorismo debe ser una acción coordinada con otras naciones, a fin de asegurar que "el terrorismo no tenga, ningún lugar al que huir ni en el que refugiarse".Clinton firmó la ley contra Libia e Irán ante la presencia de varios familiares de las víctimas del avión de Pan Am, que fue destruido por una bomba sobre la ciudad escocesa de Lockerbie en 1988, y de uno de los rehenes en la Embajada norteamericana en Teherán en 1980. Los familiares de los muertos en el ataque contra el vuelo de Pan Am, del que Estados Unidos acusa a agentes libios que actualmente siguen en su país, han sido una de las principales fuerzas que han actuado a favor de la ley firmada ayer. La influencia de ese grupo es más notoria a sólo tres meses de las elecciones presidenciales.

Oklahoma y Atlanta

Dentro de la estrategia antiterrorista expuesta ayer por Clinton, el presidente presentó medidas mucho menos contundentes contra el terrorismo interior, responsable de los dos últimos atentados de importancia ocurridos en este país: la explosión de Oklahoma y la bomba de Atlanta. El siniestro de la TWA, cuyas causas no han sido todavía oficialmente identificadas, se cree vinculado al terrorismo internacional.Bill Clinton reconoció que el Congreso, que con tanta diligencia actuó en la ley sobre Libia e Irán no le ha dado "los instrumentos necesarios para combatir el terrorismo interno". Esos instrumentos son la extensión de los poderes del FBI y el marcaje químico de los explosivos para seguir la pista de las bombas, La Asociación Nacional del Rifle se oponía a esas medidas.

La ley antiterrorista aprobada por el Congreso, pero que no podrá ser negociada con la Casa Blanca y firmada hasta el próximo mes de septiembre, sí incluye la demanda de Clinton de imponer la pena de muerte para los culpables de haber asesinado mediante la colocación de bombas.

[Por otra parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dio ayer los primeros pasos para decretar un embargo aéreo contra Sudán, país que EE UU también vincula con el terrorismo internacional, según Reuter].

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