Inmigrantes expulsados

Soy uno de los abogados que asistió a los centroafricanos en Melilla el día previo a su expulsión del territorio nacional. Si bien admito la libertad que les compete a los medios de comunicación para dirigir la atención de la opinión pública sobre los asuntos que en cada momento tengan por conveniente, el que muchas iniciativas determinen las actuaciones de instituciones del Estado lo considero dramático.Puedo asegurar que las actuaciones que se llevaron a cabo con los centroafricanos fueron de auténtica exhibición porque todos los intervinientes se sentían observados por los medios de comunicación. Exhibición a la que uno desearía asistir siempre en situaciones análogas, aunque no merezcan la atención de los medios.

En este sentido habré de manifestarle que, como abogado inscrito en el turno de oficio para la asistencia a detenidos, he denunciado prácticas semejantes, pero de más gravedad (incluido proceso de sedación), llevadas a cabo con marroquíes, sin que tales denuncias hayan merecido la atención de institución alguna, ni la realización de diligencia alguna para el esclarecimiento de los hechos, casualmente, por el mismo juzgado que hoy conoce de la denuncia presentada contra la Delegación del Gobierno por la Asociación Pro Derechos Humanos.

De todo, lo cual colijo que la actuación del Defensor del Pueblo y del juzgado citado no es la misma, según intervengan negros con televisión o moros sin televisión.-